encia. El murmullo se convirtió en una expectativa palpable. Las mujeres se retocaban el labial, los hombres se ender
de las que siempre habían adulado a Jime
e tu jefe", dijo, arrastrando las palabras con malicia. "Ni en tus sueños más locos te
ón de una respuesta. Me di la vuelta, dispuesta
equeño, de unos cuatro años, con el cabello castaño revuelto y una risa contagiosa, cor
algunos sonriendo, otros m
ón, con una misión clara. Sus ojos, grandes y
m
ntó sus bracitos y se aferr
Ma
do pareció detenerse. Todas las miradas, que antes estaban puestas en la puerta esperand
os. El olor a galletas y a niño li
s aquí? Te dije que espera
dijo, escondiendo s
oz masculina, cálida y tr
apó. Estaba demasiado ansi
ue podría calmar cualquier tormenta. Vestía elegantemente, pero de forma relajada. Su mirada no esta
jandro
adas de asombro y los susurros. Puso una mano en mi
preguntó a nuestro hijo. Luego m
orazón latía con fuerza, pero e
nto, pálido y nervioso
o. Es un honor tenerlo
le sonrió
o vine a recoger a m
a" cayó como una
da intensa sob
mí, una y otra vez. La arrogancia, la seguridad, todo se había desmoronado, dejando al descubierto una incred
so adelante, como un autómata
spo
uplicando una negac
niño... es...? ¿Mamá? ¿
Miré a Ricardo, al hombre que me había despreciado y humillado en dos vidas,
so. Y él", dije, acariciando la me
ntos antes se burlaban de mi vestido sencillo y mi supuesta vida
es! ¡No sabíamos qu
osa famili
.. wow! ¡Y tu h
. Mi mundo ya no giraba en torno a su aprobación. Gi
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