ensión fría, muy diferente al calor que Ximena había imaginado. Llevaba puesto un
n, ni siquiera la miró, se quitó el saco y
n latiendo con una mezcla de
o, ¿est
po pero inexpresivo, sus
ótona. "Tú dormirás aquí, yo dorm
, las palabras se le a
es nuestra no
una risa corta
olía a alcohol caro. "Este matrimonio es un acuerdo, un ne
clic suave pero definitivo que resonó en el silencio como un disparo. Ximena se quedó sola,
llación de la noche anterior todavía fresca en su mente, esperaba que tal vez, con la
dentro, la puerta estaba ligeramente entreabierta. Recon
tuvo la noche de bodas? ¿Por fin e
nteniendo la respiración, el
cargada de un desdén que la hirió más p
claro, se puso un camisón ridículo y me esperó como una tonta, pero la
e los pulmones y sintió un mareo repentino, tuvo que apoyarse en
ría y decidida, ya no era la mujer ingenua y enamorada de
llenó los papeles de divorcio, no dudó ni un segundo. Imprimió los documentos, la impresor
esta vez no se detuvo, no escuchó a escon
e su cuello, besándolo apasionadamente, sus manos recorrían su pecho sin pudor alguno. Ninguno de los dos parec
astidio, ni una pizca
imena? ¿No ves q
ficiencia, una mirada
aminó hacia el escritorio y arrojó los pa
sonaba extrañamente calma
luego a ella, una ceja arqu
Pensé que tenías más aguante, que lucharí
las mejillas de Ximena
que luchar," respond
abía interés en su mirada, solo una fría evaluación. Se encogió de hombros, to
ma sobre el escritorio. "Ya pue
o, al hombre que la había destrozado en menos de veinti
e esa vida de mentiras, sentía una extraña mezcla de dolor y liberación, era el fin d