po, a días más simples, a una época en la
a a cuidar de los toros en su pequeña ganadería, su voz era fuerte pero gentil, sus
n hombre de honor, hay que tratarlo con resp
los corrales, riendo, sus ojos llenos de la in
a, le contaba las historias de su padre, de sus triunfos en la
ría era agotador y el dinero escaseaba, p
fulminante se llevó a su padre, dejándolos solos
ndió parte de la ganadería para pagar las deudas más urgente
de la juventud que le correspondía vivir, su úni
sobre el pueblo, sus negocios ilegales, como las peleas de gallo
le rogó que se mantuviera a
le decía. "Nuestro legado es el de
nfluenciado por unos amigos, fue a una de esas peleas cland
eró el desafío de un muchacho, ordenó a
o, convencidos de que el miedo sería sufic
uivoc
ia que no sabía que poseía, el sacrificio de años, el amor in
a convertido en una justiciera, una mujer que no se de
pes y las humillaciones, en su lugar, había nacido una guerrera, armada con el legado