siempre, resonaba en el vací
, ¿disculparme por q
e sus papeles, y su indiferencia
asustada por una supuesta mirada mía, y
rió: ¿una mirada basta
beza, y recuerdos sangrientos
ón, en mi vida anterior, cuando su furia
¿y después? El dolor insoportable que me arreb
a luz de las velas que nunca compartió porque est
su rostro impasible, Eva tembland
último aliento fue un grito de odio y arrepenti
tando, pálid
una pes
a ren
omo si mi agonía fuera un t
en mis ojos, solo un odio gélido
masiado: mis ojos se voltearo
amó fríamente a una criada para q
vez, la decepción dio paso a una ca
a Ximena demacrada, pero y
a Eva, la diosa de sonri
Eva Soler salva valientemente a un ni
su heroísmo, su pu
confirmó: ella era
táculo, un matr
e amar. Simplemente
z, no l
aría a un t
í a mi abogado que redact
a nada d
ría mi l
lo, creyendo que era
grima rodó por mi mejilla, no d
nte, er