ntados en una mesa junto a
o para ocultar el falso moratón que se había pintado cuidadosament
s. La venda en mi cabe
ámbulos. Su voz era una acusac
nté, aunque sabía perfec
era. "La policía irrumpió en mi casa anoche. Me trataron como a una criminal. ¡
importa cómo lo hiciste, pero sé que
a, no le había importado en absoluto. Pero un moratón fa
rando mi miedo. "¿Qué hacías tú en su casa tod
alabras lo golpeó.
parece! Iván solo vino a consolarme. Estaba m
olicía no encontrara nada, ¿verdad?", dije,
ocupación, señaló mi cabeza. "Oh, Dio
espesa que casi
era vez. Un atisbo de algo, quizás c
o. "Por favor. No ataques a Sofía. Ella ha sufrido mucho. Si la
al. Sumisión a cambio d
r, Iván? ¿Proteger a la amante d
ento, un grito v
ueg
l aire. El pánico esta