vecinos, yo me movía en las sombras. Él organizaba demostraciones públicas de su fuerza, ejecutando a cualquiera que se
echaba e
taba ocupado masacrando una aldea al norte, yo estaba en una cueva al sur, desenterrando un Corazón de Obsidiana, una piedra que amplificaba enormemente la energía espiri
recursos a un ri
os capitanes de los Guerreros Águila y Jaguar y los ancianos de las familias más importantes. No les cont
credulidad se convirtió en ira,
dor! -rugió Ikal, el capit
condenado a nuestra gente! -gritó
le daba mi advertencia y los recursos qu
etzal es poderoso, y la entidad que lo manipula es antigua y as
de brazos cruzados mientras él nos mata uno por uno? -
n entrenando en los templos lejanos. Les daremos los mejores recursos, los entrenaremos en s
formarse. El pueblo sufría en la superficie, pero bajo ti
ó en un retiro de meditación profunda para romper su
río Atoyac, un lugar que Quetzal, en su arrogancia, nunca consideraría digno de su atenc
itación y entrenamiento. Podía sentir mi nahualli
eada de energía proveniente del templo principal. Salí de mi escondite y
nr
a alcanzado el siguiente nivel. En mi vida a
luz, también sentí otra pre
dorada, pero en sus ojos no había alegría, sino una extraña mezcla de envidia y determinación. Recordé que en mi vida pas
te en él. Una fuerza que no tenía antes.
lo tal vez, no era la única a la que el de
cosas serían m