nciones que ahora me resultaba repulsivo. Me abrió la puerta del coche, me ayudó a bajar con una delic
ó en mi oído. "Ahora empieza lo bueno
La palabra "familia" e
Y entonces la vi. Camila estaba en medio de la sala, sosteniendo al pequeño Leo en sus brazos, mec
"Mateo pensó que sería mejor que me mudara por un tiempo, para ayudarte
y yo una simple visitante. Mateo se acercó a ella y le dio un beso en la frente, un gesto
amor. Tú solo descansa. E
e me lo había arrebatado todo. Camila paseaba por la sala como si fuera la dueña, dándole a Mateo instrucc
ventana, para que le dé el sol de la m
mi. Lo que
a nuestra. Por la noche, escuchaba sus pasos, el murmullo de su voz hablando con el bebé. Mi bebé, el que yo creí
a, habían sido movidas. Mis cuchillos, meticulosamente ordenados, estaban en un cajón diferente. Y en la encimera, donde solía tener mis frascos de chiles secos y espec
ue mi abuela Elena siempre me hacía para calmar el estómago. No había manzanilla.
algo, ¿
aba apoyada en el marco de la puert
," dije, tratando de
eblo no tienen ningún respaldo científico. Te preparé un tónico de je
r creer su audacia. Tiró mis
alir de allí antes de explotar. El dolor en mi abdomen volvió a p
a y me tomó del brazo con suavidad. "Camila y yo nos encar
s especias siendo reemplazado por el de las suyas. El sonido del bebé que no era mío, siendo calmado por la voz de su verdadera madre. Me sentí como una ex