caporal de la hacienda de los De la Vega, la familia de Alej
sudoroso, y sus ojos des
de Dios! ¿No has esc
labor, mis dedos moviéndose con
. ¿Qué te trae por a
ro, pasándose una mano por
ron a Alejandro! ¡Unos bandidos lo emboscar
rando su mirada frenética con una c
volví a mi trenza. "¿Ya
do. Parecía que le hubier
horas en llegar y organizar una búsqueda! ¡Tú conoces esa sierra me
ran un eco exa
s me habían impulsado a la acción, me ha
lo sonaba
pondí, mi voz plana, sin
se apoderó del r
La vida de Alejandro está en peligro!
rta y seca que no t
decidió ir a cabalgar por el paso del Coyote, sabe q
su voz subiendo de tono, trat
te quiere! ¡Sé que estás enojada por alguna tontería, pero
a los ojos. "No tengo que hacer nada. Mi único deber es conmigo misma. A
stro, la confusión dando p
as. "Todos dicen que eres la mujer más valiente y leal de la
gí de h
quieras, Pancho
esperando que me derrumbara y saliera
ímetro, resopló con disgusto, se dio la
hé gritar a lo lejos. "¡Cuando le pa
la caballeriza, con el suave s
ul
n la vida anterior. Pagué con treinta
cuenta esta
arrepentimie
a calma
ra vez, había elegido mi propia
ucho mejor que cualqu