a habitación de hospital, blanca y estéril. Intentó
erfora un órgano, pudo haber causado una hemorragia masiv
ta de la habitación como un perro perdido. El hombre entró corriendo,
reocupado que estaba cuando el médico dijo que tu situación era críti
mpió, su voz era
está
de Ricardo se congeló por un instante
eocupaba que le pasara algo, es una niña pequeña... Sofía, no
jas que gritaban traición. Su corazón se sintió como si lo estuvieran apretando con fuerza, y ca
y can
ormir profundamente, temiendo que ella se moviera y se lastimara la herida. En pocos días, había adelga
a Elena en medio de un grupo de gente, tenía una herida profunda en la muñeca derecha y
es días, no me has contestado las llamadas ni los
, formando un charco rojo a sus pies. Ric
laro, no me gustas,
ra irse, pero Elena lo detuvo c
e vayas! ¡O me m
a muñeca. La sangre brotó con fuerza, manchando su ropa y el suelo. Ric
¡¿Estás
ía un fantasma, pero parecía no sentir dolor,
tigo, vale la pena
da, una mezcla de ira, pena y algo más que
realmente es
ó el cuerpo flácido de Elena en sus braz
Ricardo no apareció, solo envió a una enfermera para que la cuidara. Mientras intentaba
re hoy que casi no sale de la cirugía, ¡fue el señor Ricard
Ricardo la odia? ¿Por qué se
ndo para su esposa, ¿quién rechazaría a u
zaría a una mujer que se le ofrece? Solo ella, la tonta, había creído que Ricardo no
tes por sí misma. Salió del hospital y estaba a punto de
esperaste? ¿Por
pero ella lo esquivó con un movimiento rápido. Sus manos quedar
ocupada estos días y no he podido sacar tiempo, pero todos los días
s transeúntes los miraban con curiosidad, Sofía, que no quería ser el centro