iana edad con un traje impecable, su rostro in
coración personal, solo un escritorio, dos sillas
no hay vuelta atrás. Su identidad actual, Sofía, la diseñadora de modas
era monótona, sin
tió, su ga
y seg
desprovista de la duda que la había
casarse con Alejandro, el magnate textil más poderoso y deseado de la Ciudad de México. Su historia de amor era la comid
mes, ella l
l que él había diseñado para que siempre pudieran verse, incluso estando en reuniones distintas. Una broma cruel del
, la fuerza que la impulsaba a
quí. A partir de este momento, usted es una empleada en período de prueba
z digital. Su mano
simplemente desaparecía, él movería cielo, mar y tierra
contrar a alguien
única forma de escapar, de bo
lpeó. Levantó la vista y lo primero que vio fue un anuncio es
razados. El titular decía: "La boda del siglo:
a se dibujó en lo
chaba los murmullos de
los. ¡Qué parej
a. Construyó esa mansión coloni
favorita para que ella pudiera comer
rupo Moda Sofía'! Es el gesto
ea cuando ella estuvo enferma hace
alabra un eco hueco en sus oíd
Recordaba la propuesta de matrimonio, él arrodillad
fía," había jur
anhelaba ese amor, esa seguridad. Se había aferr
esa
, la había guiado a la terraza del edificio corpo
o hacia la oficina de Alejandro. "Tu
a escena que la pers
ra que Sofía las escuchara a través del cristal ref
a más si Sofí
jandro, furiosa, ah
Tú solo eres
jug
las uñas clavándose en
del siglo
seguraría