la multitud en la calle la
, transportaba con sumo cuidado una enorme caja de cristal. Dent
señado, cada puntada un sueño, cad
zado y con suspensión refor
mponente destacaba entre la multitud. Llevaba un abrigo de cachemira caro y su cab
se es el vestido de mi Sofía! ¡Si le pas
rnura posesiva que antes a Sofía le habría pa
es, él
eslumbrante cruzó su rostro. Se abrió
es aquí? ¡Hace frío
no pesara nada. La gente a su alrededor suspiró, algunos inclu
lejandro.
Vamos al coche, t
ro de su Bentley, que estaba estacionado en dob
oche la envolvió. La nieve com
ntó a su lado,
está camino al estudio fotográfico, ¿por qué no vamos y nos adelantam
febril de siempre. ¿Era tan buen actor o realme
ntió len
á bi
Sí, las fotos le causarían aún más dolor después. Cuanto más alto
che en marcha y se dirigió hacia el estud
cómo los copos de nieve se arremolinaban en el aire. Se sentí
dio, Alejandro re
rajo visiblemente, y tragó saliva con dificultad
nos detalles de la producción del desfile. No tardo nada. Espéram
te antes de salir apresuradamente del
ue no eran asuntos del desfile. Su corazón, que pensaba
o vibró en
temblorosas. Era u
e contení
ba grande, la tela preciosa colgaba de forma extraña sobre su cuerpo. Llevaba el pelo revuelto y una sonr
vino corriendo en cuanto vio esto. ¡Up
el texto,
una transmis
izo clic en el enlace. La pantalla de su teléfono
andro irrumpió en la habitación. S
¡Quítate el vestido de
un sonido agu
e lo vas a
y en sus ojos, la furia comenzó a mezclarse con algo má
pared. Camila rodeó su
e pones así, tan pos
la besaba con una violencia desesperada. Sus manos, que minutos antes la había
ada tela del vestido, de los cristales de Swarovski raspando con
eño, se desgarraba bajo la
r se secaron instantáneamente en su rostro
ión de detenerse. Al contrario, pare
agó el t
erta del co
a bofetada. La nieve caía más densa a
rumbo, tambaleándose
Lo único que veía era la imagen de su vesti
tido, perdido en un pla
ando llegó a las puertas de la mansión que Alejand
e, justo en la entrad