e había ido, barrido por la marea implacable de sus trai
o, mis dedos se cerraron alrededor de mi teléfono. Jugueteé con la
que separaba las suites y deslicé el teléfono en e
eciente en seda plateada, Cristián me estaba
ojos. "Tuve un problema estomacal
tica, tan transparente,
i la vuelta y salí de la boutique, de
oso y exagerado, tratando de "compensar" su supuesta neglige
d se transformó en la fantasía de un niño, con imponentes esculturas de globos y una barra de dulces que se exten
ado a varios de los socios comerciales e inversores
ento. El enorme pastel de cumpleaños fue llevado al centro, y Cristián subió al escenario para dar un
"Y ahora, unas palabras de
é a la multitud de rostros expectantes, a la orgullosa sonri
años de Javier", comencé, mi voz clara y firme. "Pero h
La sonrisa de Cristián se congeló, luego se torció en un ceño fruncido. Sus
de par en par con lo que pensé que era pánico. Lo confundí
unfo. Sostuve una copia de la prueba de ADN. "E
is ojos se levantaron bruscamente, escaneando a la multitud hasta que se posaron en
biado los
gritó mi suegro, su v
e imposibles. Probabilidad de Maternidad
Javier era mi hijo, pero no de C
voz temblando de rab
. "Carmen, yo... no sé de qué estás hablando. Sé
ome hacia la multitud. "¡Cristián e
ador. "Lo juro, no hay nada entre el señor Norman y yo.
na pericia aterradora. Los murmullos e
ventile sus trapos s
o con ella. Está criando al hijo d
tector. Me miró con una expresión de profunda decepción. "Carmen, ya e
e disculpo por esta perturbación. Por f
terminado, comenzaron a dispersarse, murmura
zgadores. La peor parte fue la cara de Cristián. Él sabía. Sabía la verdad, y es
enario. "Cristián, ¿qué está
a. "Carmen ha estado un poco... emocional últimame
temblando. "¡Diles la verdad! ¡Diles
lo. "Creo que tú eres la que le deb
cómo pudiste hacerle esto a Cristián? ¿
. Yo era la loca. La infiel. La