img De las Cenizas, Una Reina Renace  /  Capítulo 4 | 25.00%
Instalar App
Historia

Capítulo 4

Palabras:1123    |    Actualizado en: 16/08/2025

e soltaron y me deslicé por la pared hasta el suelo. Nadie vino a ayudarme. Simplement

me puse de pie. Fui al baño de ejecutivos y me limpié la cara. La mujer en el espejo era una extraña. Su rostro

asistente de Julio, un joven ne

ñor Carrillo dijo... dijo

la v

iró a l

na secundaria. Tiene u

de atrás, más un almacén que un espacio de trabajo. Julio me e

ntrato del museo -dijo sin preámbulos-. Necesita una

su voz bajando a un

todo. La harás lucir como una estre

en la pequeña habitación se sentía

-pregunté, mi voz

e que nunca vuelvas a ve

ada de náusea

ie

jilla amoratada. El gesto pretendía ser posesivo, pero

, alimentada por café y rabia. No dormí. La propuesta que creé fue una obra de art

mente en los servidores de la empresa. Copié todo. Cada contrato, cada lista de clientes, cada estado financiero, cada a

a una disculpa. Era

uerta de mi oficina se abrió de golpe. Julio entró furioso, flanqueado

ome con un dedo temb

razón comenzando a latir con fuer

me arrastró fuera de la oficina, al espacio

r-, es una traidora. Intentó vender los secretos de nue

nicos impresos. Eran falsos, obvia

pecho-, la atrapé a tiempo. He sal

do como chivo expiatorio para algún ot

ead está despedida! -bramó-. Y para asegurar

a los

una l

Esta vez, no hubo bof

lejarme-. ¡Julio, no es ver

pearme. El primer golpe aterrizó en mi espalda, robándome el aliento. El dolor fue agudo y c

a ropa se me rasgó. Me golpearon hasta que el

ocimiento, levanté la vista

ar-. Te juro por Dios que te arrepen

lo se

ada. Mi padre estaba sentado junto a mi cama, su rostro co

desde el pasillo

suave y tranquilizadora-. La fuga fue contenida. Me e

to de Sterling.

losa, así que te saboteó. Siempre ha sido una perra v

Kenia-. Eres tan f

sa amarga tocara mis labios. Me est

lo en mi habitación. Se paró sobre m

Estoy dispuesto a ser misericordioso. Todo lo que tienes que hacer es firmar una confesión. Admitir que int

é, a este monstruo qu

crudo y roto, pero mis

N

ió el

eas t

a de tus errores. Y nunca, jamás, me disculparé con esa

La civilidad se desvaneció, reem

ntirás de

xtraña calma apoderándo

argo momento, luego se dio

en los secretos de la empresa en mi dis

o el poder. Pensaba que

unto de perder mucho, mucho

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY