den Dalton, quien es el heredero
ado conquistar el corazón de un príncipe. Pero en la víspera de nuestra boda, descubrí la verdad: toda nuestra relación había sido una
clínica y dejé atrás a nuestro bebé en una fría mesa de operaciones, pero mi dolor solo era parte de su diversión. Simularon un secuestro,
e yo había puesto mi alma, él le dio públicamente to
e enviaron a su funeral un pastel de "condolencias" que decía en su alegre cobertu
formó en piedra. Entonces me alejé de la tumba, tomé
oz entrecortada; "perdí la ap
ítu
heredero del imperio inmobiliario Dalton. Sin embargo, la alta sociedad de la ciudad, qu
studiante de luchadora provenien
cuando extrañaba su hogar. Además, le compró para su cumpleaños una isla privada de varios millones de dólares. Incluso canceló
e hadas moderno donde la chica pobre logr
ero en la víspera de la boda más esperada de la década, K
os, poniendo cada gramo de su amor y talento en la seda y el encaje. Después de envo
la familia Dalton, Annabella Blake. Se trataba de un acuer
y se acostó en una fría mesa para salir una hora después, dejando atrás
tira. Incluso su vida durante los últi
ento social" que Holden había iniciado para humi
sus oídos como un zumbido distante y confuso. "El procedimiento fue exitoso.
domen inferior, un vacío hueco que n
ariño, ¿sigues enojada? Estella acaba de regresar, y debo pasar al
o en casa en semanas. El hombre no sabía que ella lo había visto con Estella la noche anterior, besándose en el
revelado su embarazo, así como tampoco sa
egre y sencilla. "Está bien, no te
or amargo a cenizas en su boca, y sentía una lágri
no llorar por él nunca más, no d
mento había sentido una oleada de esperanza: un bebé. Quizás un bebé haría que, finalmente
el corazón lleno de una esperanza frágil. Entonces los
que puso cuando me elegiste", di
s que una broma, la número 98", respondió él, con la mism
es lo que fue, otro de
Se dio cuenta de que la única manera de finalizar el juego era abandonar completamente el
r, así que hizo sus citas: el
a estaba
da con dolor. Al salir de la clínica al frío aire de New York s
a su hogar, una criada derramó deliberadamente u
La voz de la criada estaba cargada de burla, mi
as el agua helada se filtraba en sus zapatos. Sintió un calambre agudo
entirse inundada por una nueva ol
ercó con una sonrisa falsa. "Señorita Hayes, vol
, preguntó Kenia,
on durante tres años. ¿No tiene idea de dónde está? Está con la seño
de los miembros del personal, quienes apostaban sobre cuánto tiemp
iría, pero estaban equivocados. Ella iba
maleta, pues no había mucho que llevar. An
ntificación habían desaparecido. Asustada, buscó por todas
ando que se agitara en la enorme cama, con el c
anoche, la despertaron voces fuera
er esto? Ella acaba de tener ese pequeño accidente",
do. Será la mejor hasta ahora", respondió él, con v
angre al escuchar que estaban plan
ue irse