dubitativamente y presio
levantándose del sofá en plena noche, moviéndose como s
tantes después, con la voz grave por
onando un dedo contra sus labio
e, y lo abrazó de la cintura como si fuera un cojín. Luego, presionó su palma contra su p
el banquete de bodas, terminó cediendo y bebió una copita de vino, principalm
, podía causarle episodios de sonambulismo. Había pensado que una copita sería in
de su infancia; de hecho, suponía que su esposo se reiría aún más si se enterab
n lado?", inquirió Elliana, mirando a su esposo con brus
Cole entre risas, y con un destello de picardía en las pu
temor, reprodujo el siguiente video. En él, aparecía prácticamente pe
sivo?", preguntaba él, con un dejo de diver
a buena nalgada en el trasero, mientras le decía
dó inmóvil. Las mejillas le ardían y, e
esistiera cuando me estabas lanzando amenazas así?",
partó las cobijas de su cuerpo y salió corriendo de
de que su esposa casi lo descubriera anoche, se metió en la cama y fingió dormir. Al verla levantarse, supuso qu
jaló el pelo, como si con eso pudiera deshacerse de lo sucedido. Después, murmuró una seri
ño, el tiempo avanza. Los mayores están esperando para felicitarnos. Lo mejor
mañana después de una boda, cuando se esperaba que los recién casados saludaran adecuadamente a los mayores. Esa era una peq
decidida a no reaccionar a la diversión que ardía en las pupilas
respondió él, entr
anos a la obra: se duchó, se cambió de ropa
exo con ella, lo que implicaba que su maquillaje no había sido lo suficientemente terrible. Por eso, se aplicó má
", preguntó, al ver a C
stura. Apenas fue capaz de suprimir el temblor de su la
a sentido fingir, así que
vizar un poco tu aspecto de muñeca espeluznante", coment
ponder, su marido la agarró de l
estaba impecable y pulido,
l padre de Cole, se encontraba sentado rígidamente a su derecho. El resto de los
ero en el momento en que Cole y Elliana entraron, agarrados d
ue Cole le pusiera un dedo encima a una mujer que consideraba inferior a él. De hecho, entre susurros, especulaban más sobre violencia que intimidad: esperaban q
ad habían tenido relaciones sexuales? Esa idea profundizó la tensión. Nadie había visto venir algo así: el org
zó sin vacilación, guiando suavemente a Elliana d
tro ramas distintas, con tres hijos y una hija;
o cuando su salud comenzó a declinar. Luego, le seguían Bertr
cibió los primeros saludos, y Jarrett los segundos. Ninguno parecía encantado de interactuar con Ell
toda la familia se trasladó
s las miradas sobre ella eran duras: algunas estaban cargadas de curiosidad, otras de juicio o burla apenas disimulada. No había ni u
de Bertram, levantando orgullosamente la ba
dad está esperando el día en que Co