Theresa. Le conté que había entrado a su habitaci
endida. "¿Lo conse
respondí c
entusiasmo que me fue imposible compartir. "Eso es un
ra Hewitt, no hay ningún indicio de
la. "A él no le int
do mi auto la noche anterior. Ya acomodada en el asiento trasero, le repetí a Theresa las pala
ilencio al otro
eo que podría tratarse de un malentendido. Su esposo no parece el tipo
no era una exageración decir que, para muchas, era el esposo perfecto. Y aunque no fuera demasiado cariñoso con Theresa, era evidente que no le era indiferente. Por l
la situación. Dylan no es el santo que usted cree. Soy su esposa, lo conozco mejor que nadie. Lo que pasa entre nos
rtencia, The
teléfono mientras veía cómo la ciudad s
ina sino hasta el día posterior. Cuando entré en la oficina de Dylan, me extrañó no verlo. En su lugar
dudar. "Disculp
bjetos de la oficina del señor
hizo una pausa al oírme, pero enseg
casual y arrogante. "¿Y quién