Ma
imera vez que sentí el verdadero poder de mi linaje: la furia antigua y real de la Loba Blanc
o ayudaba a la gente a desaparecer; hacía que las cosas desaparecieran. Tenían vínculos con una
aría liquidar -dije, mi voz desp
e Liam me había dado. Las pinturas de valor incalculable, los vestidos de alta costur
el Proyecto Fénix. Un fondo dedicado a ayudar a lobas y Omegas que habían sido rech
Luna. La sostuve en mi palma, el zafiro frío y
a. Debía haberse enterado de la subasta. Su poderosa presencia de Alfa se
iva, una vibración de poder que resuena en los huesos de un lobo menor, obligando a la obediencia abs
tra un huracán, pero no me rompí. Mi propio poder latente, de grado Alfa, el legado de la
-. Una vez dados, se convirtieron en mi propiedad. Tengo
viera por primera vez. Al día siguiente, se presentó en la subasta él mismo. Recompró cada uno de los
ercó a mí, sacó la Lágrima de la Diosa Luna de su caja y la abrochó al
voz un gruñido bajo y amenazante que e
l, crudo y posesivo-. Todo lo que
amor, sino de un collar. Descansaba contra la piel sensible de mi cuello, el mismo lugar donde sus dientes deberían haber dejado una Marca permanente y amoros