A P
da a su brazo, caminó directamente hacia mí.
as venir a saludar a Elara. Después de to
. El sonido cortó el murmullo cercano, y v
solo es una hija bastarda que mi padre aún no ha reconocido forma
ietó. El rostro de Elara palideció
siseó, sus ojos brillando d
braciones. Me dijiste que no eras lo suficientemente bueno para ser visto conmigo, que
Ahora estás bailando el vals de apertura
z baja y amenazante. "Necesito la... ayu
a, tan insultante, que al
podría ofrecer ella? ¡Es la hija de Vexia, una sucia Renegad
Luciano. Antes de que pudiera rea
LA
uego. Pero el daño físico no fue nada comparado con la agonía que desgarró mi alma. Un compañero golpeando a otro es la máxima traición, una violació
ágrimas no derramadas. Mi compañero. El ho
o se rompió. Se c
uebró, pronuncié las palabras más poderosas y condenatorias que
echazo, Luciano Smith