unciendo el ceño. "Mi esposa discutió con mi madre; solo
elta a la cama del hospital. "No voy a divorciarme d
ble, una sombra fugaz cr
Ya llevas más de un año casado. Si se corre la voz de que te divorcias
stantes y luego asintió. "Sí.
de Jaylynn se disipó lige
s allá de la ventana, por donde la luz del sol inundaba l
persuasivo. "¿Podrías llevarme de compras hoy? Pronto tendré
al descubierto zonas del cuero cabelludo donde se había rapado el pelo. Su
atisbo de compasión se dibujó en sus ojos. "Está
*
n de s
u llamada con Maggie, pero por más que se acomodab
ambuló por la casa antes de ponerse
no le había dado una respuesta, pero en el fondo, ella sab
e empacar sus cosas y
on movimientos precisos y resueltos. Mientras limpiaba el comed
la casa a todas horas, no querí
o, lista para devolvérsela después,
e relajara la tensión que sentía en el
de inmediato al otro lado de la línea. "¿Tu esposo se v
padres de Thea fallecieron, Brielle y su familia habían sido los q
le había ocultad
o, contestó: "He decidido
gó antes de que Brielle respondiera, atónita. "
expectación, llenando su carrito con ingredientes fr
n día después, querí
ntiendo cómo el agotamiento se apo
rtando el aire. "¿En serio eligió regresar el mismo
Su voz sonó más firme al explicarle la situación. "En
era cosa d
abía regresado, concib
arazo y quiso compartir la noticia con
ó una familia de verdad justo ant
la, así que le propuso en voz baja: "Thea, ¿
de paseo le lev
ptó sin
nó que se encontraría al
justo frente a un espejo, pr
stado; siempre pensó que era demasiado atre
io a la vuelta de la esquina, ya no necesitaba comportarse c
mó Brielle, dando vueltas a su alrededor
unto de reírse y pedirle a su amiga que parara cuando le
abrigo negro. Su aspecto pulcro irradi
cada y frágil. La enfermedad le había robado el color del rostro,
a: varios guardaespaldas car
a Thea una punzada
la vez que le pidió a Jerred
elle la había animado a usar esa salida c
quiera pensarlo, alegando con voz firme q
recía que estaba completam
, preguntó Brielle,
ea y la siguió. Entonces sus labio
ramos con ellos". Su tono, cargado de sarcasmo, fue lo suficientemen
omo Jerred se g
cción de segundo, su expresión vaciló. Lucía impres
centímetro de su piel, pero nunca la imaginó tan radiante
ada de Jerred no pasó des
con una sonrisa ensayada. Se dirigió a Thea y dijo: "Vaya, q