Segunda vida, segundo amor: Casada con mi ángel de la guarda / Capítulo 6 ¿Quieres que te lo quite | 3.37%mento en que su palma chocó contra la sólida cresta de los músc
erfecto, y sus dedos se detuvier
robar suerte, la mano más gr
nca, cuya ronquera resonó en el pecho de Sabri
erarse, él le apretó la ci
nte a su cuello, su rostro rozando su gargant
sta y vio cómo su mirada se posaba sobre ella.
ó sin aliento, con l
había conocido: aquel hombre distante e intocable
afilada. "Esta es tu última advertencia", advirtió con tono acerado
y la llevó directamente hasta un Rolls-Royce e
ba, levantó una nube de polvo que salpicó el
fija en el vehículo que se alejaba,
podía hacer? Alexander no podía engendrar un heredero. Tarde o te
ñía la cintura de Sabrina, sujetándola firmemente sobre su
, le rozó el oído como terciopelo.
cabeza y estudió sus facciones cinceladas. Sa
la brecha entre ellos, fortalecer su vín
rró con un tono juguetón y coqueto: "Llévame a comp
ión. Sin apartar la mirada de ella, se inclinó un poco hacia adel
de Alexander. Sus dedos jugueteaban con la seda de su corbata mi
tipo de camisones prefieres? Como vamos a casarnos, ¿no
ima arruga rompiendo su habitual serenida
qué
te, y se preocupó por haber cruzado la línea. Estaba a punto de retractarse, pero su voz
eleraron el pulso. Que un hombre por lo general tan contr
miraba fijamente, tan intenso que el calor le sub
largos y perfectamente esculpidos, con puntas de un rosa saludable que destacaban contra la tela oscura de
umbre de su marcada clavícula, una revelación invo
casi burlona. "¿Quier
revenida. Sus palabras salieron atur
, sutil pero desarmante. "¿No me he explicado
do de sus palabras, y su mente volvió a sus palabras
a la corbata en absoluto. La retaba a
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