La esposa pesada que redefinió la belleza / Capítulo 2 Vamos por nuestro certificado de matrimonio | 1.18%¿por qué gritas así? ¿Tien
la garganta de Elías mientras disp
artamudeó
lanco, molesta. Ni siquier
, de repente sintió una
Ah
El
con paciencia el momento adecuado. En un instante, la dominó, le arreb
ugando chueco!",
pulenta, no era ri
picacia, entornando los ojos
a mujer regordeta que tenía delante, no mostró ninguna amabilidad y la ridic
chillo a Felipe para poner fin a la ri
gar de nuevo, actuando de forma patética. "¡Elías, eres tan
ncluso asistir a la reunión de licitación de hoy se había colado en su ya apretada agenda. No tenía paciencia para p
Su rostro se había vuelto pálido y duro, sus ojos agudos y amenazadores
ro aliento en la piel. Su cuerpo estaba tenso, s
llas ardían y la audacia que había mostrado antes se desvaneció, dejándola
hacerme ahora? ¡No te tengo miedo! H
a paciencia ya había llegado a su límite. Parecía un volcán a punto de entrar
aralizado, visib
o importado había podido controlar. Sin embargo, el aroma natural de esta mujer funcionaba
zándose una vez más sobre ella. Su voz era baja y a
o, ordenó suspender la
a Felipe, que compr
por los guardias de seguridad, escolt
*
le, pero para su sorpresa, Felipe la l
s más tarde,
la mesa de conferencias. Ella se encontraba frente a él, atada con fuerza con una cuerda y vis
e inmediato la orden silenciosa. De vuelta al caos, ya se h
cuerdas, revelando profunda
udiera hablar, Adelina soltó, ya rebosante de emoción:"Señor Lewis, sabía que tenía u
iolencia e incluso salpicando un poco los zapatos pu
pañuelo y se agachó para lim
pasar a Felipe y añadió:"¿De verdad era necesario? Bueno, su jefe y
s. Exhaló y la m
los hombros de Adelina, obl
r en tus juegos. Dime sin
: un joven director ejecutivo hecho a pulso que había c
ente impr
es ojos y la autoridad en cada gesto que hacía, Adelin
uí a menos que supiera que quier
nciones. Solo la estaba poniendo a prueba y tratando de av
liva y lanzó una
o sin rodeos:"Es de mi confianza. No hay nec
e acercado a usted de esta manera hoy. Sé que, aunque nuestras familias tienen un estatus similar, nunca hemos sido cercanas. Mi reputación es ter
de la manga un doc
ado escondiendo con cuid
tación que me queda, no por mí, ¡sino por el futuro de
right y el
, Elías enarcó una
ra oído un chiste ridículo. "El Grupo Wright y el Grupo Lewis siempre han m
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