img Su Traición, Mi Regreso de Acero  /  Capítulo 1 | 10.00%
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Historia
Su Traición, Mi Regreso de Acero

Su Traición, Mi Regreso de Acero

Autor: Gavin
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Capítulo 1

Palabras:1999    |    Actualizado en: 05/11/2025

ntentó matarme, usó a nuestra

colegiatura yo misma estaba pagando, él montó un fals

ernas amputadas, sin mi útero, conv

apel del cónyuge desconsolado, prometiéndole a la p

surrarle a nuestra

que mami creyera que estabas en peligro. E

la destruyó lo que

e cae mejor. Es m

. Fingí mi propio suicidio y desaparecí. Ahora, tres años después, he regresado. De pie sobre dos piernas de

ítu

vista d

ntentó matarme, usó a nuestra

esposa que había descubierto que su marido se acostaba con

a Wil

Brenda Williams fue la primera iniciativa que lancé por mi cuenta, un programa diseñado para sacar a jóvenes ambiciosas de la pobreza y llevarlas al futuro que me

a. La más

la del celular de mi esposo, que él, tontamente, había deja

a noche. Ponte la camisa

emblor que había comenzado en mi pecho. La contraseña de Eugenio era el cumple

alabras dulces, planes sórdidos y fotos que jamás podría borrar de mi

lengo y discretos eventos de caridad, colapsó en un vacío silencios

que de hielo. Era guapo, carismático, el hombre que se había hecho a sí mismo y que había logrado entrar por encanto en una de las familias más antig

r. ¿Qué ha

é su t

as, al

tro, usualmente una máscara de c

puedo ex

z plana-. Solo... no lo hagas

nto de perder su llave de acceso. El penthouse en Polanco, la casa de fin de semana en Valle de Bravo, el puesto en el consej

bajo y conciliador que usaba cuando yo cuestionaba

chica de veintidós años. Una chica a

i propio teléfono. Era mi madre. El chisme de la a

en serio -comenzó sin preámbulos, su voz crispada de desapro

, me

silencio. No echas por la borda una década de matrimonio y arr

fría burbujear

aventu

significantes. Piensa en Sofía. Piensa en nuestra r

do, pero la vergüenza fue rápidamente reemplazada por un destello de

dad-. Podemos superar esto. Solo la estaba... guiando

tu cuello no era "orientación", Eugenio. -Lo había visto la semana pasada y había

na chiquilla que me admira. Tienes casi cuaren

e-. No te atrevas a usar mi edad en mi contra después de que

. El golpe di

ue solo sexo. Lo vi en la forma en que apretó la mandíbula, el instinto pr

ría demasiado arriesgado, cuando mi familia empezó a susurrar sobre la falta de un heredero varón, él me había abr

hace sei

un fantasma, b

je, mi voz g

ena

ndrá los papeles del divorcio listos por la mañana. Los firmará

des hac

nviar el historial completo de mensajes a la revista *¡Hola!*. Y a t

a extraña, un monstruo que nunca había visto antes. El mied

s sonó su

nía. Su otro teléf

on los ojos desorbitados por un nuevo tipo de

hó, su rostro descomponiéndose-. N

un pánico tan real que superó toda mi ira

con voz ahogada-

. El suelo se incl

estás h

ió el t

rque. Quieren... q

crepitó a tra

en la zona industrial de Vallejo. Venga sola,

zo pequeño y aterrorizado

i! ¡A

z de Sofí

a voy! ¡Mami ya va!

ea se

segundo teléfono de Eugenio. Todo lo que podía oír era el

e agarró

tal vez deberí

a, mi corazón martilleando contra mis costillas co

ridentes. Estacioné el coche, mis manos temblaban tanto que apenas pude apagar el mo

vernoso resonando con el got

grité-. ¿D

Hombres de aspecto rudo, sus rostros duros y sin sonris

araña en el cuello, me miró de arriba abajo. Sacó un

s ella

mi terror. Me rodearon,

i voz temblando-. Les daré lo q

io, un sonido

Dijo que te dijera que el prec

nero, pero esa cantidad de efectivo no estaba simplement

. Tomará tiempo. ¿Quién es su patrón? Déjenm

hombre se oscu

esto es una

ló en mi mejilla cuando su puño conectó con mi cara. Tropecé

o, mis dedos tratando frené

e la mano y lo estrelló contra el suelo de concreto. La pantalla se

e rodillas, jadeando por aire. Otra en la espalda. El

samiento me mantenía consciente. Sofía. Tenía

o sucio-. Tómenme a mí. Lastímenme a mí. Solo

l sonido fue

a se estrelló contra mi costado, una y otra vez. Oí una costilla crujir.

El mundo no se desvaneció a negro. Se hizo añicos

-

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