or Dra. E
a que encendí anoche seguía encendida, exponiendo la escena: la ropa arrugada en el suelo, la manc
ho de cristal, me arrastrara al abismo para probar un punto estúpido. Y ahora, él
supervisor. Mi...
s. Me puse scrubs limpios, pero sentía que la tela era un disfraz endeble. Tenía que verlo. Tení
Cirugía. Todo estaba en su lugar.
mpecable, como si hubiera dormido ocho horas en una cámara hipobárica. Su traje de la noche anterior había sido reemplazado por unos sc
suyos, pero noté algo más: una tensión casi dolorosa alrededor de su mandíbula. Él tambi
, y su voz era la de siempre: co
ón. El silen
n," respondí, mi voz más
é por ser el robot que él exigía. Fui eficiente, rápida y silenciosa. Pero la ener
amos lo suficientemente lejos del equipo para ser discretos
veo que ha sugerido una rotación de Urgencias para lo
cción. Es una sugerencia basada en la última conferencia de
laca de titanio que usamos en trauma, me analizaron. Estaba buscando
s ambiciosas. Se rige por el protocolo. La próxima vez, use los canales adecuados
abeza, no por sumisión, sino por la necesid
Dejó la tableta, y el soni
o se enciende y se apaga a conveniencia. Si va a tener la audacia de entrar en mi depart
utodestrucción. Me estaba humillando sin nombrar el delito. Me es
rometí. Era la verdad más grande que había dicho en mi vida pro
rtante, la victoria de
e centré en mi trabajo. Durante un bre
lo contrario a Brown: accesible, nervioso, pero con un buen corazón. "Esa corrección sobre el potasi
asos de Brown como una tesis. Si vas a trabajar para
Esa es la actitud. Brown necesita que alguien le recuerde que es hu
a, no una guerra. Él hablaba con admiración de Nick, pero con una sana distancia. Me
Evans, riendo ligeramente. Vi el ceño fruncido imperceptible. Su resentimiento hacia mi
ímite de la eficiencia, evitando cualquier contacto visual o físic
de la guerra fría profesional. Él me asignaba los casos más difíciles y exigentes; yo los superaba con una
compañero de almuerzo y mi confidente apolítico. Nick nos veía j
n e-mail de Recursos Humanos. Ningún toque de atenc
mí, la memoria de su agarre, la brutalidad de su beso, regresaba. Y con esa memo
planeando una carrera. Me sentía más cansada de lo nor
stible habitual, me golpeó. De pronto, un mareo y
no era normal. Había estado fatigada, sí, pero nunca enferma. Intent
ó, fría y precisa como un
vaba quince d
a para la lógica y la precisión, hizo el cálculo. La noche en Hell's Kitchen. La única n
el arquitecto de mi ruina profesional, no solo había con
resonó en mi cabeza, la advertencia que me había dado al sa
ía forma. Y ape

GOOGLE PLAY