ía apropiada para el caos que dominaba su mente. El teléfono que había dejado sobre la mesa permanecía en silencio, pero en su cabeza seguían retumbando las palabras
ianzas se tejían entre cifras, papeles y decisiones frías. Si el matrimonio era lo que se necesitaba para salvar VanguardTech, si su futuro personal y profesional dependía de algo
mocional. Sería un acuerdo entre dos personas que, por razones de conveniencia mutua, se unirían p
s correos de los inversores y los abogados seguían llegando sin cesar. La lucha contra TechMinds no solo era un desafío legal, sino una batalla d
pecable juicio lo habían convertido en una pieza clave de su equipo. No era un desconocido, no era un extraño. Era alguien que conocía su empresa mejor
"Carlos." Lucia se giró rápidamente, reconociendo la
n un tono que sugería que no podía esperar mucho más p
rta suavemente detrás de él, como si estuviera cuidan
use? -preguntó Carlos, sin rodeos,
o, sentía una mezcla de incertidumbre y determinación. No podía negarlo,
los insistió, obser
o una decisión irreversible. La luz suave de la oficina iluminaba su rostro, y por un instante, se vio a sí misma reflejada en la figura de Carl
so de una resolución-. Sabes lo que está en juego. Si no hago algo drástico, t
Lucia no necesitaba que le recordaran las consecue
rlas, aunque en su mente ya las había aceptado-. Es una locura. Pero no puedo seguir
guien que tomara decisiones basadas en emociones, mucho menos en su vida personal. Pero este asunto e
es un paso que ninguno de los dos puede dar a la ligera. Pero
e le había mostrado durante todos estos años se reflejaba en su disposición a arriesgar su pr
misma que para él. -Este matrimonio no será real. Será un acuerdo profesional, como cual
confundirse. Se trataba de un acuerdo para mantener a VanguardTech intacta, de asegurar que los
in vacilar. -Lo que pase des
duda, pero no lo encontró. Había algo en su expresión que reflejaba una determin
n matrimonio por contrato. Lo formalizaremos lo antes posible. Lo haremos de forma que nadie pueda cuestionar n
ra siempre, pero también entendía que era su única opción para salvar el legado de VanguardTech. Si aceptaba este matrimonio,
un tono que denotaba confianza y
rga hubiera sido aliviada. Aunque el camino por delante estaba lleno
ucia, su voz suave pero s
e conveniencia. Era una alianza de confianza, de lealtad y de supervivencia, tanto profesional como personal. Y aunque ninguno

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