usado el poder primario de su linaje para intentar borrar a Lyra de la faz de la tierra. Su magia latente, esa ráfaga plateada que hab
orría en su forma humana, sin aliento y con el corazón convertido en una masa palpitante de hielo y fuego. Cada paso fuera del Fuert
los lobos de la Manada de la Sombra, rastreadores silenciosos que no se atrevían a acercarse por el poder residual que aún la rodeaba, pero que
de su interior. Tuvo que arrastrarse. Se arrastró bajo un roble centenario que marcaba, lo sabía, el límite occ
primera vez desde que pronunció ese fatídico "
o se deterioraba hasta la muerte. Pero Kael no había contado con la fuerza de la furia de Lyra. La lágrima de fuego que había sentido no
speso y el olor a pino daba paso a un aroma salado y metálico, a sangre vieja y tierra húmeda.
aba fría, más fría de lo normal, y vibraba con una energía distinta, una que
de tierra, y solo la luz plateada de sus ojos, que se encendía y apaga
ces cuand
lobo, ni
No tenía el aroma a pino de la manada; su olor era a piedra mojada, a hierro forjado y a algo indefinidamente antiguo,
al, como el crujido de la nieve bajo las botas. No most
nsformarse, intentó cualquier co
os no eran los de un lobo; eran de un profundo color ámbar, antig
emo es un veneno lento. Te
n eres? -logró
as. Tocó la frente de Lyra y ella sintió que el dolor se intensificaba, concentrá
coge a los que caen del lazo y a los que se rebelan contra l
a mano y la mir
eso aún vives. Pero ese poder es un arma de doble filo. Te consumirá si no se forj
Lyra, y la rabia hizo más
Te creyó inferior. Te despojó de tu destino. ¿Qué harás tú al respecto? ¿Morirás miser
estuviera hecho de alambre de espino. Morir era fácil. Sobrevivir y
iré -prom
n gesto que no a
s el filo de mi venganza, la tormenta que Kael conjuró sin saberlo. Yo te ofrezc
qué tengo
o lo que fuiste. Usaremos el veneno del rechazo como el combustible de tu nueva magia. Pero será un tormento que hará que el dolor de Kael p
humillación ante el Consejo. El dolor interno era una promesa
o el t
asi macabra. Alzó su bastón de hueso
a Rota. Que co
dos, silbidos y gruñidos en un lenguaje que Lyra nunca había escuchado
cidas, envueltas en una escarcha violenta. Estas raíces se arrastraron, buscan
y luego alrededor de su torso. No la sujetaron con fuerza bruta, sino co
-. Tu alma está contaminada con la maldición del Alfa. Pero tu n
lada, se deslizó hacia su pecho.
que el rechazo
el lazo de compañero había
o que se tragó el aire y la voz. El frío plateado de su propia magia se encendió, y se encont
y la oscuridad de las raíces se enfrentaban sob
a Rota. Hazlo tuyo. Convierte el rechazo en el fuego que consumirá el mund
to de venganza que hizo temblar el suelo bajo la Manada de la Sombra, a
abía encontrad

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