iembre.
hacia Bre
am Dr
orzarse por rellenarlo. Y aunque sus padres tratan de llenar el vacío, creo que no
centímetros, pero ella está rígida, con los brazos cruzados y la mirada clavada en la ventana como si el pai
oticias locales, la feria navideña del pueblo y de lo emocionados que est
perdida y se esfuerza de más por incluirla en la conversación, pero ella está enf
er la única parte de ella que no conozco y que se ha negado a compartir conmigo; y que había respetado. Pero ahora todo se siente forz
rretera iluminada con luces navideñas. La nieve cae en copos gruesos, pe
n su asiento para vernos-. ¿Quieren algo caliente? Chocolate, ca
en más diga algo, tratando de desviar la atención de
la cabeza
bien. Gra
responde. Yo sí lo hago, porque alguie
se preocupe -digo con un
ro hay un destello i
bservadores. Cuando los llamé antes de pedirle la mano a
suspiro que no sé si es frustración, agotamient
sé a quién le
antener una nueva comunicación-. No tienes que hacer esto... ellos lo notarán. Arreglemos las cosas, hablemos, de verdad pongamos
la mandíbula
m, no e
eso me duele más. Preferiría
-respiro hondo- solo quiero ente
mento ni quiero hab
otra vez. Dejándome con dudas, con pregun
pero tiene razón
y, más allá de ella, las montañas nevadas recortan un cielo gris azulado, hermoso de un modo crudo, salvaje. Es la primera v
este lugar la hizo sentirse atrapada y por
ascender. No hay ciudades, solo abetos cubiertos de nieve y
veo bien, veo el lugar donde el
ese nacido del invierno. Luces, humo saliendo de chimeneas, colinas blancas, y una pla
odido pueblo
nridge -dice el padre
e ocurrió cuando investigué. Pensé que era Va
os se conocen, pequeño y encantador. Y sí, una vez más entiendo por qu
n desvío hacia una colina nevada donde un enorme
e es mejor quedarnos todos en el resort, porque así tendr
repito en mi ment
es un hotel estándar, es más una enorme mansión rural, elegante. Tiene ventanales
neo real.
on cuernos de renos. Pero la ilusión funcion
lo alpino, levanta una mano saludando y
hasta levantarla del suelo, debe tener la edad de su padre
or primera vez des
e extrañé,
te -le tiendo la mano, pero el tío Buck me abraz
risas y ella vuelv
s. Y aunque la distancia sigue ahí,
sus favoritas, puedo saberlo porque es
o del todo. Pero sé una cosa, no voy a dejar q
siado cuando ellos se sueltan y ell
eño que pidió, yo lo sostengo como si fu
era una oportunidad.
n beso en la frente y Mack asiente-. Me alegra saber q
on las maletas. Apenas se despide de sus padr
de humor,
lo le ha sentado
pero que mañana e
-susurro
está ella-. Te llevaste a la joya de la familia, pero espero que ella visite
a volver aquí, s
e en el camino helado. Mack mantiene la mirada fija hacia adelante, como si concentrars
está acostumbrada a ver. Para mí, es un
Es enorme, hecha de troncos gruesos, decorada con luces cálidas y coronas
tas a la puerta, nos desea una fel
a uno parece atrapado en su propio invier
o las maletas y empujan
a mesa rústica y ventanales enormes. Todo huele a madera y especias navideña
rda, incómoda, inevitable y, en el fondo, una parte de m
s a un lado- parece que tendremos que do
tan rápido que casi
antes que volver a dormir c
rque es tan ella, tan honesta en su enojo y
No puedes dormir en el suelo; hace un frío endemoniado y tu abuela nos matará cuando vea que estamos hecho
y sé que no es por la cam
para bromas ni para record
in perder la sonrisa-. Y si sigues así
mos peleados, no que me
La palabra divorcio hace que el calor de la chimenea no sirva de nada; me atraviesa, como s
edo. No puedo hacerlo, porq
eleados? -pregunto despacio, sin levantar la voz-. Just
ia en los ojos, aunque hay una emoció
en lo que acabo de decir la incomoda. La
entre nosotros, c
es lo que quieres que vean? Porque si va
a, yo no vine a este viaje para
ofá cama. Tú dormirás ahí y mañana daremos
Mañana ella cree que podremos en marcha su pla

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