lexander había anticipado su interés en la subsidiaria de transporte, pero había subesti
anomalía masiva: los barcos, oficialmente cargados con mineral de hierro, estaban realizando desvíos inexplicables hacia puerto
o no era evasión fiscal simple; esto era crimen or
ofía a su analista por una línea cifrada-. Las declaraciones de aduana de l
Mark, su voz teñida de pánico-. Es una zona militar controlada
central de la empresa y búscalos. Si no están digitalizados, diles
o central de la sede era un lugar donde los
ío y la
lobo, Sofía fue convocada a una reunión en la sa
taba de pie junto a la ventana, hablando en voz baja y rápida en un dialecto si
, y la calma que usualmente lo envolvía hab
dos de los archivos que no les conciernen
mpleto a toda la documentación de Titan Steel según nuestro cont
que yo manej
a es un riesgo mayor para
ancia entre ambos de forma abrupta. Sofía se
mos cosas que hacen que las auditorías bancarias parezcan cuentos para niños. Si mis enemigo
s una
a. Y esta vez, no
sin embargo, era íntimo y alarmante. La cercanía de su cuerpo, la tensión d
entas hacer -murmuró Alexander, sus ojos fijos en los
n competentes
tar tocando piano, no
ra tan eléctrico como el beso de la otra noche. Era una intrusión sensual y profesional al mismo tie
ndo? -preguntó So
línea de la auditoría, no podré protegerte. Y créeme, Sofía, la
la había agarrado. El contacto había sido breve,
sgo Ca
clara, pero el contacto había avivado algo más profundo: una fascinación prohibida por su dominio. Él
nte. La limusina la llevó a un banya pri
ó Sofía, mirando la ent
. Es el único lugar donde podemos hablar sin micrófonos. Y el úni
a entrar en un banya
no hay trajes ni contratos
as a la intimidad, Sofía. Teme a las
que la negación solo lo
se sentaron en el parilka, la sala de vapor caliente. El calor era opresivo, y el
aquí? -preguntó Sofía,
ignifican nada. Fuera, eres una auditora.
zó su mano sobre la nuca de Sofía, apartándole
Sofía. Responde a la am
onando al calor, Alexa
Alexander, su aliento caliente en su oído-. Mark intentó ac
ada. Él ya lo sabía. S
e de mi
puerto de Dikson no mueve m
dor. Sofía sintió la verd
lara, Mark estaría en un avión de regreso a Londre
girarse hacia él. Su p
adre y mantenerte viva. Si quieres el archivo, haz tu t
pero en su lugar, sintió el latido furioso de su corazón. Él no es
i padre? ¿Está e
La verdadera razón por la que estás aquí es porque
me que la atrajo contra su pecho sudoroso. No fue
su oído-. En la oscuridad. Pero cuando la v
se dio cuenta de que, en ese momento, se sentía más segura que en cual
sido breve, pero había dejado una es
. Y volvamos a la oficina. El frío de la noc
aer en la trampa de la muerte que Alexander le había presentado. La gue

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