a las 8:00 a.m. en punto. No usó la limusina; tomó un taxi. Necesitaba esa breve ilusión de autonomía, esa
exander la noche anterior había sido una descarga eléctrica, breve pero potente, y ella no podía per
de interrogatorios de lujo. Su equipo de auditoría (tres analistas de Sterling & Finch que la miraban con cautela, consciente
urró Mark, su analista principal, un hombre que parecí
lles,
s libros de cuentas paralelos: uno para los bancos occidentales (limpio), otro para el Kremlin (limpio con sobrevalora
o que Alexander le había insinua
ías en el flujo de efectivo, no en los balances. Los activos de Titan Steel son masivos: minería, transp
protocolo de trabajo cuando la puerta
e de cashmere tan oscuro que parecía absorber la luz.
al equipo de Sofía en ruso, su tono era
u corazón latiendo con
auditoría externa. Necesit
ñorita Volkov. Y mi seg
Sofía, que era una inmensa tabla de granito pulido, y se apo
e en la sala contigua -dijo él-. Desde allí, tengo visibilida
có Sofía, manteniendo
o sin mi permiso explícito, mi equipo de seguridad lo considerará una amenaza de sabot
n pendrive cifrado
vidor. Es la contabilidad que quiero que audi
¿Y el archivo que prometió?
a recompensa por el trabajo, Sofía. Es una recompensa
ojos grises la miraron co
. Y esta vez, no será en un restaurante público.
ntigua, cerrando la puerta sin hacer ruido, per
a por la
orio, sintiendo la mirada de Alexander a través de la pared. Sabía que él podía e
maestra de ingeniería financiera; los números cuadraban, las proyecciones eran optimistas. Per
de la materia prima (mineral de hierro y carbón) eran astronómicos. Sofía empezó a rastrear los costos de
ostos de operación inexplicablemente bajos para mover cantidades masivas de mineral en con
te en Polaris. Necesito detalles sobre el propi
uerta de la sala se abrió de nuev
irov requiere que tome un de
on un café humeante en su escritorio, junto
dijo Sofía, manteni
sagüe. Sabía que Alexander no la envenenaría con algo obvio, pero la idea de con
en la
ta vez dirigiéndose a la residencia de Alexander, una finca amur
o soviético y lujo occidental: horm
de negocios y llevaba un suéter de cashmere gris oscuro sobre un panta
era, Sofía. Estábam
por un candelabro de cristal que parecía
cionales, servidos por un mayordomo invisible. El silen
el servidor hoy? -preguntó Al
mpecable, Señor Kirov. Sus número
ilagros requieren f
os en la logística. Polaris Logistics parece operar con una efi
es muy aguda, Sofía. O tal vez, muy predecible. Es e
é enco
río y contrat
prueba. Usted está en mi casa, en mi mesa. Estoy esperando a ver cuándo su ética
ge que termin
nza. Yo le daré la veng
a formalidad de la cena. Caminó hacia el cen
aquí,
orden clara, un nu
sus órdenes fuera de la
scudo, usted debe estar a mi lado. O la ilusión s
ia él. Cuando estuvo cerca, Alexander no la t
duros. Le sugiero que se fortalezca. La auditoría será larga. Y si qui
la besó, pero el roce de su mano en su cintura al guiarla
quería encontrar la verdad sobre Polaris y obtener el archivo de su padre, tendría que jugar el juego d

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