vista d
s. La madre de Javier. La... "bueno, ya sabes" de Alejandro. Las palabras s
máscara de preocupación. "¡Emilia!
se sentía entumecido, pero cada terminación nerviosa gritaba. T
rtazo. Me apoyé contra los azulejos fríos, mi respiración entrecortada. Clavé las uñas en
atando de bloquear la imagen de Alejandro con esa mujer y
ía en
ido por el fuego de la traición. Mi empatía era
de el pasillo. "Emilia, ¿estás bien
ía en la cara, una y otra vez, tratando de lava
No era Sofía. Un golpe
voz era tensa, forzada. "Escuché... esc
había sabido todo el tiempo? ¿Cuántas personas estaban
alsamente tranquila. "Solo me
o que tuvieras que enterarte de esta manera". Sus palabras estaba
lo sabían. Y me dejaron vivir una mentira durante se
ñora Villarreal", dije, mi voz a
ro. "Por supuesto, querida. Estaremos abajo
preocupado por mí. Estaba preocupado por que su
un momento más, luego salí. Sofía e
todo eso?"
sito empacar. Salir de aquí". M
ola al azar en una maleta de lona. Mis manos se sentían torpes, desprendidas de mi cue
pelo. Mi anillo de bodas. Me lo había quitado anoche, en un inten
palma. Solía simbolizar el amor eterno, un vínculo. "¿Puedes... tomar esto? ¿Y conse
brieron de par en par. "¡
"Y no volveré hasta que esto t
anillo de mi mano, sus dedos rozando
e nada en mi vida", respondí,
exterior parecía tan sombrío como se sentía mi corazón. Siempre había si
mensaje de Alejandro, enviado hace solo unos momentos. "Sigo pensando en
is labios. Estaba mintiendo. S
ra el tambor caótico de mi corazón. Sentí un dolor repentino y agudo en el p
ro, la cara engreída de Brenda, la voz tierna de Alejandro a su "mi vida".
otos, las promesas. "Hasta que la muerte nos separe". Qu
papá. Dijo que la madre de Alejandro le dijo que te ibas a quedar conmigo unos
co más de tiempo. "Dile que lo llamaré esta noche", dije, tratando de manten
ro sombrío. Sabía que
reflejo me devolvió la mirada, un fantasma de mi antiguo yo. Pero en mis ojos,
a que se arrepintiera de

GOOGLE PLAY