img La estrella que dejó sangrando  /  Capítulo 5 | 14.29%
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Historia

Capítulo 5

Palabras:1629    |    Actualizado en: 11/12/2025

ndo el dolor hueco en mi pecho. Este lugar, una vez un santuario, ahora se sentía como una tumba. Un monu

libro que había recomendado, todavía en mi mesita de noche. La taza de café que había comprado porque me recordaba a sus o

al fregadero de la cocina. Con manos temblorosas, los rocié con líquido para encendedor. Un fósforo. Un destello de llama. El papel se enroscó, el plástico se derritió, los

icio, a mi empresa, a cualquier cosa que me distrajera de la herida abierta en mi alma. Estaba en el set desde el amanecer hasta el anoche

e la farándula, fuera de esta ciudad, fuera de esta vida que todos habían conspirado pa

raba mi sonrisa más brillante y deslumbrante. Los medios elogiaban mi energía renovada, mi "espíritu

madre. Casi lo ignoro, pero el recuerdo del c

ra tensa de irritación. "Necesitas venir a casa. Es el cumpleaños de Kayle

iz. "Mamá, estoy en medio de la filmació

nne estará allí. Todos los McCarthy estarán allí. Es crucial para la reputación de Kaylee

capándose de mí. "¿La que orquestó mi humill

y yo reconsideraremos nuestros... arreglos financieros. Sabes lo importantes que son las apariencias. ¿Y

pre encontraban una manera de usar el dinero, el poder y el chantaje emocional para

llegues tarde. Y ponte algo apropiado. No más de esos atuendos

como una marioneta, mis hilos siendo tirados por manos

curvas, mostrando mi figura sin ser abiertamente revelador. Pendientes de diamantes brillaban en mis orejas. Mi

naba por la gran entrada. Los susurros me siguieron como una sombra. Los ignoré a todos, mi mirada fija en un punto

iendo a conocidos, desviando preguntas sobre mi vida personal. Mis ojos, sin embargo, buscaba

aire fresco de la noche me llamaba. Justo cuando llegué al umbral, un sonido familiar me det

nne y Kaylee. Sus brazos la rodeaban, atrayéndola hacia él. Su cabeza descansaba contra su pecho. Mientras observaba, él inclinó su barbilla hacia arriba, sus

sionada. Un puñal retorciéndose en mis entrañas. No solo l

", murmuró, su voz una suave caricia, completamente desprovista del desa

a acercado. Siempre había sido tan cuidadoso con sus palabras, tan reservado con sus emociones. Me había dicho a mí misma que era su n

e que era. Simplemente no estaba disponible para mí. Había estado tan desesperada por una razón, por un defecto en él, que había pasado po

l. Me di la vuelta, abriéndome paso a ciegas entre la multitud del salón de baile, de

encantó el collar de esmeraldas! Le queda mucho mejor de lo que nunca le quedó a Aliza. Y el fondo fiduciario, por supuesto, gracias a la previsión de tu padre, ahora es tod

o clavo en el ataúd. No solo me había visto humillada, no solo había elegido a Kaylee por encima de m

olor que hubiera sentido antes. Mi corazón, ya destrozado, se endureció, con

rí la puerta de un empujón, solo para encontrarla completamente transformada. Mis pósters habían desaparecido, reemplazados por el arte pastel de Kaylee. Mis libros, mis

o. "Espero que no te importe. Pensé que ya no necesitarías esta habitación, ya que nunca estás en casa. Y está mucho más cerca del estudio de Etienne, ya sabes. Mucho más conveniente pa

esada. Mi habitación. Mi último santuario. I

a tomar lo que es mío. Mi familia. El legado de mi abuelo. Mi sensación de paz. Y ahora, mi habitación". Me acerqué, mis ojos fijos en l

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