img Los Dos Mates de la Alfa Destiny  /  Capítulo 2 El Alfa del Este | 18.18%
Instalar App
Historia

Capítulo 2 El Alfa del Este

Palabras:1169    |    Actualizado en: 12/12/2025

erado. Aunque mantenía una fachada imperturbable en mi trono, por dentro mi loba se agitaba. Las horas habían pasado entr

a mi lado, sus ojos fijos

lencio depredador que precede a la llegada de algo poderoso, el tipo de silenci

venía era realmente mi mate, no podía permitirme reaccionar como una cac

ara confrontar el destino, fui golpeada por la s

o, ni una image

antes, y el cuero antiguo de un guerrero que nunca ha conocido la rendición. Era Kraven Smith. Un aroma fuerte,

me recorrió desde la base de la columna hasta el cuello, y de pronto, todos mis sentidos se conce

arme a sus pies, dominarlo, todo al mismo tiempo. La dualidad de la

un susurro ardiente qu

onces

Kraven Smith, e

una armadura de cuero oscuro y pieles que solo acentuaban el ancho de sus hombros. Su mo

la mía, hasta que se fijaron en mí, sentada en el dais. En ese momento, el gris frío se

a Luna quemarme en el vientre, justo en el punto de encuentro con el vínculo. Era

as que intentaron darle la bienvenida fo

ominación sensual, una declaración de q

Su mandíbula cuadrada, marcada por

o una avalancha en el corazón de las montañas. No era

l peso de su atención. Me obligué a no dar un solo paso hacia él

í, mi voz rasposa, per

n los rumores. En su lugar, sus o

Mis fosas nasales se dilataron. El aire se volvió más fino, y sentí que mi loba arañaba mi control, rogando por el contacto-. He esperado este día por demasia

rio. No para acariciar, sino para reclamar. Su intención era tan cruda que

lé para apaciguar a un lobo furioso: coloqué mi palma abierta justo en el centro d

i mano. Pude sentir el latido poderoso de su cora

de mi propia sensualidad se filtrara, un juego de poder que él pareció saborear-. Yo soy la

, se movió como un rayo. No me apartó. En su lugar, deslizó su mano sobre la mía

ció mi oído, enviando un escalofrío que me hizo arq

darme tiempo a r

i manada lanzó un rugido de aceptación y triunfo. Su sabor era fuerte y dominante, como su aroma. En ese beso, sen

Mi rostro estaba ardiendo y mi mente raci

ría, casi una mueca de victoria-. Ahora, a la

a guiarme fuera del dais, ante los vítores ensordecedores

ualaba mi propio ardiente deseo, solo podía pensar: E

e y fría, pero no

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY