pulmones, atrapado entre el aroma a tierra y posesión de Kraven
az, se desgarró en dos. Una parte aullaba: ¡Defiende
de la cintura, un intento de anclarlo, de mantenerlo en mi espa
o, lo que lo hacía parecer aún más peligroso en contraste con la desnudez cruda y vulnerable de Kraven y la mía. Sus ojos verdes, que brillaban bajo la luz de las
-dijo Gael, su voz era melodiosa y llena de una seguridad exaspera
osa por la unión, y el olor a posesión se volvió metálico con la furia. Me c
l que hizo vibrar el aire de la cámara-. ¡Sal d
o, exponiendo su forma desnuda y furiosa. Él n
n. Era un movimiento calculado para invadir-. Me sorprende tu falta de modales. A
zo. Se incrustó en mi mente, justo al lado del segund
e no podía darle. Su agarre en mi hombro se apretó, cas
jos verdes se fijaron en los míos, buscando mi reacción. Era una provocación sens
e. El pánico en su tono era lo que rea
ven era indiscutible. La pasión, la familiaridad de su aroma... era real. Pero justo en el cent
osa-. Sentí la Marca, pero no entendí la dilación. Luego, esta noche, justo en el momento de tu un
n dividida entre la furia del Este y la calma peligrosa del Oeste. El olor de Gael me invitaba,
etensión humana. Sus hombros se encorvaron, y los músculos de su
s, su postura era de s
segundo. La Marca está en mí también. Y te aseguro, A
n sonido que desgarró mi alma. Se lanzó hacia Gae
morir!
sugería. Se movió a un lado, evitando el golpe, y lanzó una patada
dos mates, se estaban atacando en el piso de mi cámara, desn
ataban, la culpa de mi error
ndo mi propia loba arder con una
; era la Voz del Alfa, cargada c
incontestable. Kraven se detuvo con las manos convertidas en garras, a centímetros de la garganta de Gael. Gael, q
los, de pie ent
mirando primero a Kraven, luego a Gael. Sentí el dolor del doble vínculo, el tirón de ambos,
con locura. No me había vestido. Estaba ex
ón. Este conflicto se resolverá en la sala d

GOOGLE PLAY