img Su traición, su amarga libertad  /  Capítulo 3 | 33.33%
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Historia

Capítulo 3

Palabras:1256    |    Actualizado en: 18/12/2025

staba en la mesa de operaciones, su vida pendiendo de un hilo, dependiente de las hábiles manos de Leonard

rriendo. "¡El Dr. Hodge no está aquí!", susurró, su voz teñida

está aquí?", exigí, mi voz cruda.

o impotente al resto del personal médico. "

revolvió el estómago. Sabía exa

Llamé a Leonardo. Una, dos, tres veces. Sin respu

conectó. No era L

ondió la voz me

o?", logré decir, mi

fía. Surgió algo". Entonces, lo oí. La voz ahogada de Le

ntrol que había mantenido

ela. "Solo me está ayudando con un problemita. Una llanta po

staba muriendo, y él estaba arregl

cos, reflejando los pedazos de mi corazón. Me arrodillé allí, entre los fragmentos de vidrio y mi mundo desmoron

n rostros sombríos. Mi madre se había ido. La cirugía había fr

cia. Planeando el funeral sola. Los amigos de mi madre, parientes lejanos, ofrecieron

barato, con un aspecto algo desaliñado. Se paró en la puerta de la c

n voz vacilante.

di una bofetada en la cara con toda la fuerza que mi cuerpo con

mi voz ronca de tanto ll

quila. Demasiado tranquila. "Sofía, sabías que su pronó

inalmente estallando. "¡Estabas con Daniela

mío". Las palabras quedaron suspendidas en el aire, pesadas con un nuevo tipo de traición.

metiste, Leonardo", logré decir, recordando nuestros votos de nuevo

no en mi mejilla y había jurado. *Nunca más te

istérico. Lo arañé, grité obscenidades, mi dolor se convirtió en un ataque

sa, casi cruel, jugando en sus labios. "Sabes, Sofía", dijo, su voz suave, escalof

a vuelta

de sus palabras mezclándose con mis lágrimas. Mi madre se había ido. Me

un vientre visiblemente abultado. El pie de foto decía: *Gracias por entender, Sofía. Algunas deudas son simplemente más importantes. P.

bía usado. Él también había sido usado. Por ella

lágrimas. N

nardo Hodge", declaré, mi voz firme, aunque mis manos todavía temblaban. "Por negligencia médica. Por abandonar a

"Señora Méndez", comenzó, su voz condescendiente. "El Dr. Hodge es u

ugía!", grité. "¡Mi mad

es una acusación muy seria. El Dr. Hodge tiene un histo

ró, pareciendo sorprendido de verm

goteando preocupación, pero sus ojos eran duros. "Desde el fa

rdo. "Señora Méndez, le aconsejo que se

stán encubriendo! ¡Están protegie

Leonardo, acercándose. "E

lo!", grité. "¡Iré a los

, luego a mí. "Si haces eso, Sofía, haré que te inte

pe físico. Lo haría. Tenía el poder,

o h

do de mi casa. Los paramédicos, la policía, el

chadas. Un hospital psiquiátrico. Leonardo

i dolor y desesperación se solidificaron lentamente en algo más. Algo frío y afilado. Venganza.

llas. Fingí ser dócil. Esperé.

erta dejada descuidadamente abierta. Una ventana entreabierta. Corrí.

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