/0/21762/coverbig.jpg?v=dfdccdf2f4efbe4cc0aa09a867085e71)
brillante pero gélido Dr. Julián de la Torre, lo drogué para tener u
n, sonriéndole con ternura a una mujer más jove
co para terminar nuestro falso comp
l. Mientras estuve dentro, fui brutalmente atacada y perdí un riñón. Mi padre, destroz
por un fantasma, la villana perfecta para proteger a la hermana mani
secreto que guardaba d
Construiría una nueva vida, y él nunca conocería al
ítu
ila
ra mi rostro. Tres años. Tres años desde la última vez que lo vi, tres años desde que l
la pantalla. Era mi mejor amiga, mi confidente y mi única cone
liar de preocupación y exasperación-. ¿Sigue
as noticias de Julián de la Torre se había convertid
l Dr. Julián de la Torre. Era brillante, un neurocientífico cuya mente era un universo en sí mismo,
una donación de cien millones de pesos a su laboratorio, negociada por Carlos, con la intención de asegurar mi lugar a su lado. Me había conve
s, su mente ya a kilómetros de distancia. Vi mi oportunidad, una apuesta retorcida y desesperada. Un sedante en su bebida, una noche robada, un
delgada contra el vient
icó-. Mira, sé que dijiste que nada de noticias, pero es
Mis dedos, temblando ligeramente, navegaron hasta el enlace que me había envia
ahí estaba
li
dad académica. Estaba sonriendo. Una sonrisa tierna, una suave curva en sus labios que yo solo había soñado co
e de foto la nombraba. U
a exacta de Catalina. Su primer amor fallecido. La mujer que a
había anhelado, la ternura que había suplicado, la calidez que me había sido sistemáticamente ne
Una versión más barata y joven de su amor perdido. Mi
í? -la voz de Gaby
susurro, luego endureciéndose-. Y
Viste la foto? -Ga
ndo a ceniza-. Y voy a volver para
ía y afilada como una navaja. Necesitaba confrontar el pasad
cula rota. Fue en una de las insoportablemente aburridas galas de beneficencia de Carlos. Otra noche de sonrisas forzadas y c
scando una escapatoria, cuando se posaron en él. El Dr. Julián de la Torre. Estaba escondido en un rincón, lejos de la multitud resplandeciente, su intensa mirada fija en una compleja ecuaci
as manos por él mil veces en frustración o triunfo. Había un fuego intelectual en sus ojos, una profundidad que me cautivó al instante. No era co
a todo lo que había experimentado. Una obsesión, quizás, nacida de la pura novedad de alguien a
a un ritmo frenético contra mi
atravesándome. No hubo reconocimiento, ni un destello de interé
bajo y resonante que me provocó escalofr
una sonrisa deslumbrante-.
rvilleta. Estaba acostumbrada a ser el centro de atención, pero Julián de la To
y filosofía, cualquier cosa para captar su atención. Respondía con respuestas educadas y distantes, sus ojo
, observándome desde el otro lado del salón mientras intentaba
icado, mi mirada aún fija en Julián-. Significa que aún
ara hablar sobre una posible financiación para su laboratorio de neurociencia. Julián, siempre necesitado de recursos par
ender su compleja investigación, me lancé a su mundo. Toleraba mi presencia, a veces incluso participaba en discusiones, but siem
noche, viéndome mirar fotos de Julián con una ex
ía de ella, por supuesto. Todos en su pequeño círculo académico lo sabían. Ella era la razón de su perpetua melancolía, la herida que nunca sanó. Gaby me h
ido, aunque un pavor helado se enroscaba en mi cora
Cami -advirtió-. Especialmente no con
ba ir. Creía que mi amor era lo suficientemente poderoso c
e un movimiento frío y calculado, una transacción comercial disfrazada de romance. Julián, desesperado por la financiación para "La Iniciativa C.V." (un proyecto que más tarde supe que llevaba el nombre de Catalina Villarreal, u
as conversaciones eran fácticas, desprovistas de emoción. Nunca me tocaba a menos que fuera absol
nueve intentos fallidos de llegar a s
por el alcohol y una devastadora sensación de pérdida inminente. Lo vi empacar, su mente ya
ía una noche. Un momento de intimidad, por muy robado, por muy equivocado que fuer
endo bajo mi tacto, pero su mente ausente. A la mañana siguiente, desperté sola. Se había ido, una nota en la almohada. *Emergenci
, ya magullado y maltratado, finalmente se hizo
de Julián y Helena, una infección fresca y purulenta. Había encontrado su reemplazo. Su corazón,
o. Regresaba para quemar este puente, de una vez por todas. Para terminar este compromiso que se había convertido en un monu

GOOGLE PLAY