otección, pero esta noche, cerniéndose contra el cielo oscu
lso. Tenía
l bolsillo de mi abrigo, tení
mino de entrada, la grava crujie
staba e
ndo por la p
ntaban detenerme, di
n juego donde las reglas cambiab
caseta de
salió. Parecía nervioso, sus ojos mo
tamudeó-. Es tarde. ¿E
e, mi voz frágil como el h
o flotaba so
el botón, un auto se detuvo a
se abrió y
fí
rida. No est
o y un abrigo que costaba más d
es. Una sonrisa lenta y venen
princesit
burlona. Pero sus o
u mente: *Finalmente. La perrita débil se está r
en mi pecho. No fue una
ja -le orde
ador, demasiado conf
ía en el pavimento justo cu
haciendo aqu
Dijo que necesitaba consue
s instintos. *Pero no me
-dije-. Lo estás
e acercó, invad
olpeó de nuevo. Era el
entía increíble contra mi piel. Dante me vi
mente lo que había hecho: *Me aseguré de restregar mi a
se volv
é. No c
é mi
u mejilla con un sonid
rás, agarrándose la cara.
de mí, sus ojos abriénd
¡Por favo
con
os faros. La Suburban negra fre
nt
viera por completo. Llevaba su esmo
veía
os está pasa
arrojó
¡Solo vine a dejar las llave
su cintura para estabilizarla. Miró
ran vacíos
golpe
egunta. Era u
e-. Me dijo que usó e
! -bram
ó en los mur
. Es una viuda. Y te estás comportand
encias de Vitali finalmente se estuvieran haciendo realidad, com
que era
spirando activamente para nuestra
ate -dij
fijament
n a Sofía -or
ando su rostro en el pecho
su silencio f
ínate ante
había salvado de una bala hacía dos meses. El hom
-d
so adelante, so
ena
ría mori
la v
cor
reso a través
! ¡Vuel
ign
lda recta, mi corazón rompiéndose en un mi
, lo escuché
Ya se fue.
s puertas de roble
Luego puse el cerrojo. Lu
ación. También cerré
o y saqué el
mis t
cor
no fue más que cintas de
ma y esperé a que vinie
no

GOOGLE PLAY