ía dicho todos los sirvientes asintieron en muest

se lobo gigante , todos debían estar atentos, ya que si por alguna ra

r muchos frutos, cazar, lavar y limpiar las áreas que se le asignaban, era un

ía vivido, y sentía mucho dolor en las noches, ella estaba pálida y débil,

ndo en su cabaña aunque era vieja la acogía del frío y e

eroso, pero un fuerte relámpago la despertó de su ensviendo una gran luz atravesar sus ventanas por un momento vio cómo si en el infierno se encontrara y en

io la forma que tanto odiaba, ella con cabello blanco, era hermosa pero el dolor por mantener su anterior apariencia era indescriptibles, su pobre Ópalo estaba tan cansada que no se preocupaba por ayudar a calmar a Luna tenía muchos días sin escucharla, si segu

a no sabía cómo calmarse no sabía que hacer, aunque ópalo siempre le dijo que nunca debía

rdó las palabras que siempre le re

dia en ella, ahí sana su corazón y alcanza su alma, dejando que su vida siga hasta el final de sus ti

nía a nadie que calentara su corazón, sus huesos seguían doliendo y la l

cer este dolor, jamás lastime a nad

tra estrella brillante, cuando Luna pudo ver un poco del firmamento su transf

, por alguna razón el tenía un mal presentimiento, pensada en la Lob

r

e estoy tan

esta pero el aire le faltaba y su corazón dolía, una tormenta, estaba en su mejor apogeo,

lluvia nunca en su vida esto le afectó pero por primera vez en su vida la lluvia le dolía

nse profundo, corrió en dirección a una luz blanca, ahí vio a

recordó una v

vir en soledad, se vendió como artefacto para las brujas, y se volvió un encanto mágico, así acabó con su vida desapareciendo de la faz de la tierra ni su alma, ni sus cenizas se encontraban en este mundo ya, quedando

, claro que jamás existió, pero ahora al reco

o encontró lo llevó adentro de la casa, y ahí mismo lo calentó,