img La Revolución de los Ojos Carmesí  /  Capítulo 5 Cinco | 71.43%
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Historia

Capítulo 5 Cinco

Palabras:4462    |    Actualizado en: 14/09/2021

ítu

cosas, tantas sensaciones, tantas emociones.

nos cuantos centímetros de mí; segundo, un día cualquiera cambian mi vida, pero al caer la noche me secuestran; tercero, despierto en un lugar que no reconozco con un sujeto que al parecer me conoce

ño, de verdad que no soporte verlo a él e

en los hombros, el desorden y la opacidad sustituyeron el brillo de sus cabellos, dando la impresión de que no se lo arregla ya hace tiempo. Sus ojo

no era de un niño, cada rasgo de infante desapareció y en su lugar los adjetivos de alguien apuesto esta

Danae, no e

la vista de su cara para mirar a otro lu

almas de los pecadores eran recibidos de manera torturante en el erebo de Satanás; volvía y volvía al momento exacto en que sucedió, cegada en aquel recuerdo vibrante

or, todo estará más claro para t

era

micidas. Versar como viejos amigos en reunión de reencuentro cuando es un loco que habla en argumentos sin especificar sobre destinos dentro de la humanidad. Tranqu

s negativas. La rabia, el enojo y la ira estaban en el punto de colisión más grande que he tenido, estaba tan amenaz

ó su mano en mi espalda. Me enderec

esto es

dijo

No puedo decir que es un sueño hecho realidad porque literal es una pesadilla el cual estoy esperando que me

que nunca lucirías, digo, él jamás luciría así. Cuando se fue yo supe que estaría bien, porque se fue con una familia que sería capaz de cuidarlo, amarlo y h

—habl

Está pasando de nuevo, 'ella'

ere reflejarse así conmigo, para culparme y juzgarme de nuevo. ¡Nada de esto es real, por amor a mis padres! No van a aturdirme de nuevo como e

so suavizarse

, Daiana, el inglés maniaco que parece sacado de un libro, incluso tú; solo quiero saber que nada de esto es

ada sentimiento se siente tan profundo cuando en verdad es una miseria, siento que exagero pero en serio no sé qué me pasa. Dónde queda mi fortaleza. Cuándo

mo para ser muy estúpida y p

a— estas atrapada, literalmente. No tienes que torturarte de nuevo por

iva ante s

mirarme un poco nerviosa— creo, pero quiero que te enfoques pequeña, porque aunque tú y yo seamos reales en este momento, e

de esta coincidencia —inclinó un poco mi cabeza para darme un suave beso en la frente—, y no te angusties co

, niña, no

ucedía esto, aun así no podía descartar los criterios de

ugar muy bi

re cuando m

tiverio y nos cuidan —su voz volvió a ponerse rígida—, ni idea para qué. Al principio pensé que

curiosidad e

bres son Annabelle y Michael, vinimos juntos desde un principio y de vez en cua

dices... Hay

ia

quién es? —me mi

adoptiva —fr

cobardes, regresaba aquel choque nocivo, pero me tran

padres", y aunque al inicio le seguí por puro cuento resultó que tenía razón. Ay, Rodrig

lofrío que recorría en u

amente mi deficiente acción cuando

a reaccionar, me moría por dentro en una flama invisible;

das vivencias, otra visión llegó, captando l

scrit

abismo considerado la salvación del pecado. El rojo

significado, traté de formular

tu vida,

e propuso la salida de mis mayores dudas, pero ¿Se refiri

mo un seguidor. Él qu

mecías, t

s? ¿Ángeles

El lugar d

o? ¿La salida del mal para el bien

es, aunque no sé a qué exactamente,

nes, pero mi mente está impac

, no

, metí el viejo libro dentro de mi suéter, pero... Después de eso, y encontra

mi cuerpo, pues ahora ni siquiera traía camiseta y mis jeans estaban debajo de mi cadera

presté más atención a las provocaciones de rabia justo en el momen

, por torpeza, rocé sin cuidado la herida hacié

Danae —dijo el ru

qu

ario que lo hiciera —me so

ía algo así en p

máscara. Siempre ha func

racias. —Ahí fue que me despreo

tió en

co ese, debo admitir que

ara este momento- y en el instante que dije 'elegante' m

té sin terminar, quería que

nada de p

ces lo

en callarme—. Será mejor que

te! ¿Ves?

o que saber, no dormir. Al final moriremos

que me refiero, niña, lo ha

an

quiero saberlo

sopló en

celebrar por salirme con la mía. En v

. Algunos lo conocen, como Sleigh, otros como el

no tiene nada, va

, pero mejor

o en sus apellidos,

re han vivido en tensión. Creí que sus ciu

an en su tiempo embajadores de

iró

a, pero de noche «peleaban» a

dé el volumen que te

o siento —susurró

una ceja—, sigues siendo el mismo cínico sin

—me miró divertido. A pesar de la nitidez de su imagen su brillo seguía intacto a lo contrari

rdo —fruncí los

amás olvidas ningún detall

n, pero no

ando antes de mis estupideces con francés...

ena raro, pero

el mundo de la trata de personas. Sí, no descarto aquella opci

ttingham decidió aislarse a su natal Rusia durante mucho tiempo para estu

, ya te imaginarás que con un estatus social como el de él era muy predecible que sucediera —su tono al refer

s. El mismo sujeto tomó sus decisiones, el mismo se desgració. Creo que tener dinero o po

honestida

sante, así que me acomode

de estas; mi espalda, que antes dolía por el cansancio, corregí su postura recargándola sobre la pared, debido a la falta de pre

o, y Rodrigo si

go” en mente. Al parecer, la situación que atravesó le dejo una marca signifi

cosas de gobierno, pues teniendo unos padres que alguna vez en su vida sirvieron para el bienestar de todas la nacione

ara saber que él no es bueno después de lo sucedido... Recuerdo

tado? —dijo Jacob acomodando su

bien, últimamente las cosas salen a mi favor —saludó el hombre con cortesía. Al verme,

e caso —Él es Rodrigo, es muy joven aún y es salud

l altísimo siempre es agraciad

ntestamos

imos contacto visual—, ¿Tú crees en la gracia divina? ¿Qué opinas del »pecado«? ¿Te consideras un pecador? Dime por qué

ento, Danae, ese hombre m

dando la voz del hombre con

lencio, con un li

que tiene derecho para juzgar es Dios, no lo olvides. —El hombre m

Adelaide detrás de mí, apretando con fuerza mis hombros: — Y... ¿C

n Cristo Divino, es excelente. Es excitante que por fin todo sale como d

masiado, Sleigh, po

que para encontrar la paz en medio del desdichado apocalipsi

acob. El hombre elegante me miró de reojo du

g. The angels are almost complete and the peaceful weapon only has a sli

extras que me hizo tomar la consejera del mal, el idioma lo entend

fail you —prometió Jacob poniendo

fue lo que sucedió. Pero el idiota por fin agradeció sab

con libertad. Luego dices que soy el cínico sin vergüenza

si fuera poco, tus traducciones son de lo peor, peor que tú pronunciación. No enti

vor, al menos

ngeles están casi completos y el arma pacífica solo tiene un ligero declive, pero nada que se pueda arreglar" Estoy en lo correcto, supongo. —El asint

nte eso fue l

Y q

que

asó después

ó—, todo se f

amé, dándole una

digas que hacer —dijo muy molesto, suponiendo por el golpe o porque mencionó a su querida progenitora que e

a cambiado. No es

labras, pero eran eso, pensamientos, incluso yo me maldecía siempre por dentro. Además, siempre

í golpearte —sentí una culpa

mpre has tenido manos de algo

a sonrisa de

na! No mentiré que parecía pececito en el agua todos los días —rio para sí mismo viendo algún punto fijo del cuarto, perdido en sus recuerdos—. La escuela era lo mejor para mí, sé que me dirás: “Mentiroso, siempre fuiste un holgazán de lo peor” pero es verdad, incluso no

ida, mientras que yo ni siquiera recibí eso. Bueno, al menos me ofr

uel mundo gris que me comía el alma de vez en cuando. Fue ahí que aprendí a no ser yo misma e inventarme una nueva

rfectamente que te en

ado, o eso parece, y luego t

o sus verdaderas intenciones hacía a ti, a Anna, a Mike, a esa chica que mencion

verlo así pese su imagen positiva, y

valga cien mil hectáreas esas molestas langostas, no dejes

nsejo de

de sobrev

dea, solo dormí mucho tiempo al parecer. Y pud

uieres?

de esas voces venían de todas la

ero nad

se escabulló en mi oído izquierdo—. Pude fingir ignorarte, pero escuch

sin mí no eres nada —el ec

a. No quería despertar a mi hermano qu

puede oírme, es in

lidiar contigo sin

ivertida. No estás l

o respóndeme esto: ¿Qué haces

la única razón para ac

emas, agradecí con mucha pasión el d

hocico» como me pediste aquella vez —volv

sarcasmo bar

uando está diri

ieras a callarte

ible, desapare

fav

tiempo? Porque parece que

debía en mis pensamientos, de t

de tu maldita e indescifrable voz, pero es

a, no esto

oco esto

ga daño de nuevo? —dijo, lo es

endí, recordando que s

Porque siempre he estado dispu

dispuesto para ti

contesté

esperaba m

í —apunté mi cabeza con el dedo ín

atreves p

e reír de todos —como me cargaba de molestia desenterrar el p

aun así, y como desees, me

detuvieron dejándome en la

stás aquí?» pregunté a mi misma, v

r ti» fue su úl

sente ya era crítico, porque no debía esperar que el pasado me abrumara de nuevo. Me arras

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