ueblo donde muchos misteri
de los lugareños. Algunos cazadores, que pasaban noches enteras internado
ron desesperadamente para no ser descubiertos. Juraban haber visto figuras extrañas moverse
como los niños curiosos que se atrevían a ent
dad, aunque algunos escépticos insi
luvias donde la vegetación crecía alta y salvaje-, Nil A
paso hacia el otro lado del bosque es
dos, aunque los vecinos los con
ijos: Ander,
padre; el más pequeño, Jon, era rubio
Boomer, un husky siberia
u mascota era un híbrido, mit
oncoso, sus vecinos y grandes amigos: Martí
ado, tan parecidas que muchos las confundían con
ado dos caballos, y solí
n y el cielo cobraban un color dorado que hac
hecho inseparables d
o trabajo, Martí lo recomendó con el
o en su bastón. Amable a primera vista, aunque al
una vida dura. Con los años
de luna llena, caminando hacia el bosque a al
Mientras las niñas montaban sus caballos, los niño
a recoger leña en pleno invierno... y que allí, en
ra Edward Fenton,
Bill narraba sus anécdotas entre carcaja
as se convirtier
os niños decidieron
a de una vieja estación de tren abandonada, devorada por l
rían, estarían en graves problemas.
nio era implacable- y Boomer, fiel
o escapaban por la puerta trasera de
llegaron al punto acordado. A
oso. En el pueblo dicen que nadie sale vivo del bosque
ael, con tono desafiante-. Ahora sí que
del viejo Bill? -dudó Tr
queremos descubrir
sobre lo peligroso que puede
y a ir, Gadea. Ya tendré ti
sí
s vías oxidadas, hasta que el
húmedo, como si el bosqu
delante, con e
gonin, uno de los lugares m
re la maleza; por momentos,
canzar la aldea semidesier
spués, una cueva se
zó a ladrar
taron sobre unas rocas a beber agua y c
no sa
e acababa de rec