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Historia
Proyecto Davilon

Proyecto Davilon

Autor: Sol Guzman
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Capítulo 1 Capitulo 1 - Al Cumplir los Diez

Palabras:9538    |    Actualizado en: 10/11/2021

lo que me pareció mejor para no sufrir porque según mi padre fue algo muy impactante y muy duro para recordar, solo ay fragmentos y voces en mi interior que no reconozco cosas vagas, a veces me atorme

der, todo el país se divide en ocho o más bien todo lo que quedo del mundo después de la guerra, se unieron en una gran sociedad a lo largo de las tierras lejanas y cada uno se dividió en region

de trabajo, radios, transmisores, navajas incluso puede que lleven fotos de su familia, su pantalón también es de color negro y ajustado a su cadera mediante un cinturón grueso de color marrón con botas de cuero negras amarradas con agujetas del mismo color, por ultimo un casco un poco extraño que no deja ver sus ojos, es de metal negro amarrado al mentón y con unas gafas de color azul obscuro, se hacen llamar Solders, el término que se le da a un guerrero al concluir su entrenamiento, montan un escenario en medio de la plaza principal de Amorsis, la gente co

reconstruyendo todo aquello que nos une, nos propusimos iniciar el Proyecto Davilon y ha salido a flote, creamos un lugar de aislamiento para la gente que se revela en contra de los ideales y lo hemos logrado, una prisión que resguardara nuestra seguridad po

años, ella quien dice ser mi madre y que aún no acepta que yo sea su hija, en realidad no me parezco a ella, en cambio mi padre es diferente, un hombre de 33 años que disfruta los días entr

nseña a pelear, me entrena con el único propósito de sobrevivir, sabe que algún día tendré que defenderme, que luchare, que estaré pr

cada día, regresamos a casa justo a las ocho con cincuenta y solo le toma diez minutos de tiempo decirme que me tendría que alejar de él, entiendo la manera en que todo paso, sé que no fue fácil para él, pero no pudo prepararme con anterioridad, tuvo tiempo de decírmelo en cambio, solo decía cosas como —entrena duro, se fuerte, alguna día vas a necesitarlo, esas habilidades de combate van a sacarte adelante, así que solo se sentó afuera en las escaleras del pórtico y me dijo —ven, escúchame con atención, te diré algo que la mayoría aquí jamás le diría a sus hijos —que sucede estas bien papá, de pronto comenzó a llorar —que tienes, hice algo malo, no entiendo que pasa —no claro que no, escúchame, vas a ir a un lugar lejos en el cual yo no voy a estar, uno terrible, mezquino, donde no serás tú misma, trataran de cambiarte de que estés en contra de todo lo que te enseñe, así que te pido que lo recuerdes, que no escuches a los demás, quiero que m

mi padre, me llevan con ellos a un lugar que no conozco, a tierras desconocidas más haya dentro del bosque, justo pasando las montañas que esconden el rincón del pueblo en un camino solitario, la ciudadela de Potniel, al terminar el sendero justo después de largos días cruzando unas cuantas ciudadelas, hay un gran terreno desierto de unos 60x30 metros de largo,

imos que pasar, a los diez años apenas cumplidos todo

ricos señores que reconstruyeron las ciudadelas lejanas de entre las cenizas, llegaron a un acuerdo, cada uno crearía una ley que d

o antes, crearon dos bunkers bajo tierra, implementarían una propuesta de lo que era un proyecto, el proyecto

las mantienen ocultas guardadas en una bóveda sellada en la ciudadela oculta detrás de las montañas, en las instalaciones donde operan Colbert, donde viven los doce, este documento está firmado por cada uno de ellos y transcribe la d

icial De Ley

esde la edad de diez años recluido en el Davilon, hasta cumplir treinta y ser asign

uo un nivel de confianza donde s

dividuo en Colbert teniendo en cuenta

uo será conformada y aprobada

se reúsen a acatar las leyes serán juzgados y em

delas serán propiedad únic

fecto entre individuos no conformados por el Mand

lquier rebelde que ose ofend

a los protocolos de rutina f

ofrenda de agradec

dotación de alimentos suficientes co

specífico que distinguirá su estacionari

egan su vida voluntariamente, (así es como le llaman a la esclavitud) en el cual acceden a uno de los tre

uy especiales, aunque no tienen escrúpulos también llevan un régimen estricto si quieren seguir al mando, obteniendo los mejores puestos en las ciudadelas más grandes

el Davilon, se encargan de capturar traidores, de doblegar rebeldes, de abatir a todos aquellos que se resisten, hacen ante cualquier cosa que cumpl

en este mundo hipócrita, somos los pilares que sostienen estas ciudadelas, los que manejan todo Colbert sin darse cuenta, la pieza más importante en esta sociedad, sin nosotros no existiría

s, es una cárcel que reinventa a muchos hombres a ser lo que eran, estarán ahí hasta que cumplan una condena, hasta que vuelvan a redim

tura agonizante, de vivir bajo una jurisdicción eterna e insólita, que solo permite a los más poderos

engo las mismas condiciones que los demás, soy hija de mi padre, él me ha dejado claro lo que pasara, de como ellos van a encerrarme y querer convertirme en una imagen diseñada a su manera para después definir quien debo s

10 a 29 años, es grotesco y aterrador para los nuevos pisar el suelo del comedor, los mayores controlan todo, ellos han definido su carácter al estar aislados del mundo y al experime

to y varias piezas de ropa dobladas, mi padre me ayudo a hacerla antes de que me fuera para así poder recordar a papa, pero no te dejan conservar nada, todo lo confiscan y

acción o como mi habilidad de resolver problemas matemáticos me ayudaría en una situación de riesgo pero mi padre me advirtió que mis conocimientos y habilidades debían mantenerse en secreto, aunque si pongo un poco de empeño en ciertos experimentos para que no crean que soy muy tonta, no quiero que me manden con los inaceptados como suelen llamar al grupo de niños que no sabe qué hacer o no entiende porque está en este lugar, eso me hace destacar ante el resto en los ejercicios que usan para ponernos a prueba, creo que quiero pasar desapercibida pero no logro hacerlo, cada vez que intento no esforzarme demasiado termino por ser la primera en algo más, hay muchas personas con distintas tabletas de madera escribiendo notas, todo tipo de medicamentos

n aparato de metal, se siente un pinchazo aún más doloroso pero no sé si el bufido que me arranca de mi boca me hace ver débil o definitivamente enfadada, esa cosa deja una marca color morado justo en esa parte con el símbolo del Davilon, luego más de ese corredor que lleva hasta una puerta grande, es de color gris obscuro, cuando llego al final del corredor hay alguien que te da indicaciones,

i ropa interior —perdón, le interrumpo preguntando —¿qué es aquí? —no están admitidas las preguntas, solo doy indicaciones, sigue hablando, sin detenerse —los días se te dividirán en secciones, con tareas diarias que cumplirás manteniendo las leyes por encima de todo, por cada falla o error cometido, se te otorgara un castigo, al desobedecer se te hará la misma dosis al doble, hay varios libros en tu aislamiento, es importante que leas cada uno de ellos, memoriza las leyes, al final se te hará un examen sobre toda tu estancia, este aparato, me entrega una pequeña tablilla de madera con un sensor —te indicara cada sección, llévalo siempre contigo, hay tres comidas diarias la primera empieza en cinco minutos, mi única advertencia es que cuando entres en

veces, el corazón me palpita rápido y si todos lo pudieran oír haría más sonido que todos los que están en este lugar creo que cuando voy ca

mínimo dos horas en las cuales puedes hacer lo que te plazca ya sea comer, descansar en las aceras que están al fondo, hay un sección recreativa con diferentes tipos de deportes y una pequeña biblioteca con libros específicos autorizados, entre ellos los libros marcados c

rse aquí, son algunas de sus frases más comunes aunque ya comparadas con otras más son demasiado grotescas, para ser sincera esas son algunas de las suaves pero ya estando el tiempo suficiente las palabras te azotan en la cara y se encarnan como una herida hasta hacerte una costra que si se arranca duele aún más que la misma herida, que hare ahora, que voy a hacer, sus palabras suenan fuerte y nadie aquí puede detenerlos, pasan a nuestro lado gritándolas, suenan y suenan tanto que me da rabia mirarlos, siento que en cualquier momento golpeare a al

olo —bueno es una larga historia pero te la contare, llevaba más o menos dos semanas o es lo que dicen ya ni siquiera hablan de él, había pasado una en la enfermería como todos pero cuando salió, fue un desastre, justo antes de que lo volvieran a llamar a revisión uno de los más grandes de veintisiete años creo, quiso tratarlo muy mal, pero Leo se defendió, nadie nunca había hecho algo parecido, lo golpeo hasta dejarlo inconsciente, al terminar se levantó y grito que cualquiera que se atreviera a mirarlo o acercarse a él tendría el mismo fin —no es muy joven para ser tan fuerte, y que paso con la otra persona —tiene 11 y ya es un gr

resulta ser exacto por casualidad tenia aptitudes y era lo único que me mantenía concentrada, entrenar me hacía sentir motivada para seguir y no caerme, así que no fue difícil convencerlos de dejarme unirme a ellos y de empezar en el nivel más bajo y terminar en mas alto. El me resultaba un impulso ya que su mirada era lo único que sostenía mis esperanzas de que al menos una p

snudos, sin poder moverte, en un calabozo sin comer o con muchas más tareas de lo normal, lo que sea te hace perder la paciencia, me acostumbre a caer y ponerme de pie, a sobresalir, cuando estoy en mi estancia miro al techo, las lágrimas salen se resbalan sobre mis mejillas, cierro los ojos y veo cada parte de mi rompiéndose, son dos años, dos duros y largos años, ahora es que entiendo todo, es entonces cuando se cuánto importan las segundas oportunidades que se nos presentan, causan un impacto tan grande e

me, no de los del comedor, ni de Leo, si no ocultar mis sentimientos, es una máscara que me ayuda a no caer sin levantarme, a no sufrir cada día temiendo mori

omida a la boca, tengo hambre y solo sé que estoy muy cansada para fijarme donde me encuentro, olvido totalmente de quién es este el lugar, olvido todo solo quiero comer un poco, terminar y salir de aquí para dormir unos segundos más, este entrenamiento fue demasiado, me azotaron tres veces por no hacer las cosas bien frente a l

trar que no siento miedo como los demás, tenía que hacerle saber que no soy una niña débil y tonta, que jamás voy a dejar que me insulten o que me humillen —eres un cretino, no puedes tratar a la gente así, los demás comienzan a abuchear, a gritar, nos rodean en círculo, se para frente a mí de nuevo, me lanza un golpe a la cara, vuelvo a caer, aun así me levanto y sigo peleando, —quieres seguir princesa, esa es la forma más común en la que los otros me llaman y se me hace extraño oírlo de él, —ya te cansaste, yo todavía no acabo o temes perder niño bonito, me suelta un par de golpes, solo sonríe como si ha ganado, me paro y sigo peleando, dentro de mí solo puedo escuchar las palabras «ya basta, por favor para» entonces, grita aún más fuerte, aparentando superioridad como si quisiera que todos, no solo dentro del comedor sino desde dentro en los pasillos lo escuchen —soy un Solder, entrenado para jamás rendirse para nunca doblegarse, no podrás v

e valgo mucho más que la mayoría, que no soy una niña tonta y débil, después de todo yo puedo seguir luchando, aunque caiga, aunque tenga todo en mi contra no importa seguiré. Haber cometido

llores tranquila, solo has lo que papá te dijo, quiero que sigas su consejo, ten, esto era de mamá, —Ana —no nuestra madre, supongo que ya lo sabes, ella debe habértelo dicho, póntelo y te protegerá, me tengo que ir, vete de aquí, sal no lo olvides tu si puedes ser libre, sale de la sala deprisa, veo la cadena que me pone en el cuello y me pregunto si es verdad, tiene un dije con un guardapelo lo abro y estamos en el mi hermano y yo, es ahí cuando me distraigo y miro detrás de las cortinas que dividen las camillas, noto que es igual a uno de esos hospitales que están en el centro de cada estacionario, lo encuentro recostado a lado derecho de mi camilla, escuchando con atención toda mi conversación, con puntadas en su labio y una mirada diferente que me da escalofríos, tengo pánico al pensar que talvez rompí esa línea que nos unía y que la única forma de recuperar de nuevo su mirada es alejándome de él —te sientes bien princesa, ya no te duele, oigo su voz y es tan aterradora como su mirada —sí, porque preguntas —es que tardaste mucho en despertar creo que me pase con los golpes, solo quería asustarte, me excedí, ahora noto que esta algo

de vez en cuando me deja entrar en las cabinas, me enseña cómo funcionan las cámaras y las compuertas, está bien mientras no lo descubran, en mi libreta tomo notas ellos creen que son garabatos para mi ceremonia por si se me olvidan las leyes o algo, prácticamente tengo una estrategia escrita en cada página, a veces también escribo sobre él, sobre sus ojos y cosas me importan, o cosas muy absurdas como que relatos de que me observa muy detenidamente como si supiera que planeo algo, me persigue a todos los sitios a donde voy y parece que está lleno de odio. El día de ayer lo vi platicar muy sonriente con una de las cocineras llevaba un gorro blanco y una tela del mismo color le cubría el rostro dejando solo al descubierto sus ojos, como si aquí quisieran que

tas superiores, los corredores y el comedor, entonces todo el personal se dirige haya, reúnen a todos en el comedor, salgo por uno de los pasillos detrás del comedor, lo rodeo mientras las cámara están inactivas, llego a la cocina principal, detrás hay una escalerilla que da a los campos de cultivo, son enormes y tardare un par de minutos en cruzarlos, voy entre los maizales cuando empiezo a escuchar pasos y me apresuro a salir de ahí creo debió tomarme al menos unos seis o siete minutos hasta llegar a la reja de los muros traseros por donde los miembros de la cocina regresan a sus casas, es vieja y esta oxidada, tiene un candado en ella, lo trozo con la pistola, tengo que darle un par de golpes para que truene, cuando por fin estoy a punto de salir escucho su voz —que estás haciendo, entonces volteo y apunto el arma cargada en medio de su frente con mis dedos en el gatillo —que haces aquí, porque me seguiste, quieres delatarme —baja el arma —contéstame, vas a entregarme, anda es tu oportunidad, no decías ser un Solder, vamos cobarde hazlo, es el, Leo de quien demasiadas veces hui pensado que no tenía la posibilidad de recuperar su mirada, pero esta noche puede ser diferente, porque ha venido, que hace aquí, acaso no fue suficiente castigo golpearme que ahora me atormentara toda la vida solo por haber cometido el error de sentarme en su lugar, —baja esa arma, bájala, voy a ir contigo, la bajo y sigo adelante, en realidad no me importa ya es muy tarde y no puedo detenerlo solo me queda seguir sin importarme que haga —está bien me da igual lo que hagas, lo único que quiero es salir de aquí así que me voy —a mí tampoco me importa, es por eso que iré contigo, —digas lo que digas no me molestare en escuchar, sigo caminando sin importar si el me sigue, entro en el bosque que está muy cerca de ahí, paso la noche a unos veinte kilómetros dejándome tendida en

n y una especie de cosquilleos me inundan el estómago, palpito a palpito retumban dentro de mí, es raro, muy raro. Nos ocultamos durante dos hora hasta que se van, después regresamos por las cosas, pasamos la noche ahí, esa fue la última vez que me dirigió la palabra y yo a él, está aquí aunque no se lo he pedido, la briza del día resopla y los arboles mueven sus ramas en dirección a la izquierda se nota que las nubes han cubierto el cielo y está apunto de llover tan pronto como lo menciono en mi mente se ha soltado y las gotas me mojan el rostro, Leo corre a un árbol y arranca varias ramas estrechas para intentar hacer una especie de carp

que lo que Leo y yo sentimos el uno por el otro jamás se perderá, que aun cuando no nos demos cuenta, siempre nos cuidamos y nos protegemos, que a veces piensa que aun sin palabras con las miradas es suficiente para demostrar lo que sentimos, que el amor que nos define se demuestra de esa manera, atravez de nuestros ojos, yo aún no lo entiendo porque yo no puedo amar a nadie mucho menos a él, soy una persona fría y altanera, inestable e incapaz de sonreír, soy absurda y por más que lo desee todo lo que está en mi control solo es entrenar para sobrevivir jamás he sentido amor por nadie que no se

sos sonidos, los animales, los grillos que a veces paran de hacerse sonar, a veces caza animales, después prende una fogata y prepara la cena, con ella nos mantenemos calientitos, sigue aquí, sin ninguna razón,

es mi meta y no quiero distraerme solo por él, en las mañanas entrenamos juntos, no quiero olvidar lo que mi padre me enseño, combatimos entre nosotros sin hablarnos en un silencio incomodo, para hacernos un poco más fuertes por si alguien nos ataca, de igual manera solo vamos hacia adelante, siempre hacia el mismo rumbo, solitarios y en silencio en una carretera vacía cuando no se llena de guardias, es entonces cuando esperamos a que se vallan tras los árboles ocultos, vuelve a mí la incertidumbre y de nuevo me mira fijamente y sonríe, que oculta tras esa mirada, algunas veces yo también intento poner una sonrisa, pero parece más una mueca desagradable, entonces se voltea pero sigue intentándolo no para de hacer que yo lo mire, muchas veces he perdido la paciencia y he querido decirle que también lo veo, pero me arrepiento y destruyo el momento con una irónica mirada, bloqueo todo

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