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Historia

Capítulo 6 ¿tú ¡El tipo del coche!

Palabras:4583    |    Actualizado en: 31/12/2021

l

ellas también piden

ue matrimonio estaba hablando! ¡Estamos locos o que!, acabo de llegar a Nueva York, ni he descansado, un estupido me roba el taxi, otro me envuelve enterra de barro, me he cortado con un cristal, la mano me esta matando de dolor, hace menos d

trás de su supuesto cariño, lo digo porque la con

i, daban menos esperanza de la que me gustaría tener. Sin hablar de como alzaba la

exagerar que el dolor de la mano estaba empezando a dolerme demasiado y tenía que hacer algo. Aunque en parte, la

tenta ante mi respuesta—escúchame—. No lo malinterpretes por f

ello, mi conciencia otra vez me hacía pasar por un mal momento, ¿será que mis palabras han molestado a mi hermana?, si es así, lo siento pero no puedo fingir alegrarme, bast

me va a encontr

e descendía por todas partes y se podía notar que la herida era bastante grande, ¡como he podido hacerme esto a mi misma! En que e

todo quiero estar sola, no necesito a nadie, ni siquiera a mi hermana ¡de que me va a servir ella si nunca estuvo enserio para mi! Siempre dejaba empleados conmigo p

n segundo en el espejo, mi aspecto llorando era horrible, siempre lo era pero llorar es la única manera de sacar lo que mi corazón tiene bien escondido p

o había ni un ser humano a estas horas de la noche, todo estaba tan tranquilo que solo s

e mi madre, me la coloque en la mano, tras cerrarla por el otro lado, estuve observándola por unos segundos nuevamente mientras mi corazón latía con fuerza. Sin embargo, esta vez no era por algo negativo, es más presentía que iba a ser un nuevo comienzo

o tiempo, me indicaba de que era hora de ir a dormir porque mañana iba a ser un « emocionante d

nsación esa que sentí antes con aquel desconocido que vi salir del aeropuerto, volvió a aparecer, por curiosidad volví a salir al balcón mientras me fijaba más en él. Aunque al salir presiento de que lo mejor es que me vaya a dormir y que no sea tan cotilla en todos los modos; sin embargo la curiosidad mató al gato así que mis

sar de no conocerlo ni lograr ver su rostro puede ser un claro ejemplo, ya que vi como lanzó de manera brusca al suelo y sigui

te metes en tu vida que co

s sábanas de mi cama, cerrando a medida con el paso de los segundos

espués de estar como mucho siete horas en un sueño reparador. Agarrando el teléfono, me di cuenta que eran las 7 am de la mañana, lo cual quedaba una hora y media para que empiecen las clases. Levantándome de la cama, camine

el positivismo de ayer por la noche y quería tratar de que así sea más a menudo, ya que si iba a regresar a los antigu

y una braga negra. Dejando la ropa preparada, entre al baño para darme una ducha ya que el calor que hacía en pleno septiembre aún era infernal, desnudandome por completo entre en la ducha a

rdad, ella hizo mal en no contarmelo, y si realmente hablaba enserio de ese «

iado tranquila a decir verdad. Saliendo del baño tras secarme con una toalla, me visto con la

oy cuenta de que esta parecía hablar por teléfono en mo

a y unos tacones no muy altos que me sacaba con ellos media cabeza. Al parecer iba a ir al trabajo, como de costumbre tan bien arreglada y un maquillaje poco ligero combinados de un peinado

su rostro—¿Que tal has dormido?—añadio mientr

tras cogía una manzana y le

use que podría estar pensando que todo e

olesta por

reguntas si

de ella—normal, si no me

en mi lo suficiente para hablarme de algo tan

decírtelo varias veces pero no pude, ayer cuando llegaste y te vi que estabas bien,

rte quería abrazarla y apoyarla pero por otro lado n

ella esperaba una respuesta de mi, pero en mi parte, n

puerta—cam

por la noche—cogió las llaves, su bolso y movil y caminó hacia mi—¡que voy a hacer contigo!—exclamo acercándose para darme un beso en la mejilla—buena suerte en tu primer dia de c

iquín médico. Tras ello, me peine el pelo soltándomelo dejando que mi melena se luzca después de mucho tiempo sin hacerlo, el castaño de mi pelo cada vez iba volviéndose a

e volví a ver el rostro de mi madre en mi, tal y como decía mi hermana, cada vez me parecía

llos un bolso movil un mini cuaderno por si acaso y sali de mi cuarto. Regresando a la cocina, me llené un vaso d

e en la calle, aun no había mucho ambiente ya que eran las ocho de l

ente llegando a la conclusión de sue se trataba de una verdadera de oro puro, ¿quien podría haber dejado caer algo tan valioso como esta hermosa pulsera dorada? Observándola tan detenidamente, le di la vuelta y observé que en ella había dos

podría ser, per

podría llevarla a la tienda de objetos perdidos, tal vez su dueño se arrepiente

esta locura de vid

idamente hacia el primero indicándole para ir a la Universidad de Columbia, la uni en la que había sido aceptada por una beca , era una locura pero

los rascacielos eran enormes el ambiente en el centro ciudad estaba bastante lleno muy similar a Los Ángeles por lo tanto creo q

no de enormes mansiones cada una de un estilo diferente y moderna a su modo, todo el pasillo hasta el final, era de ese modo y muy cerca segú

es cristalizadas de las cuales chorreaba agua, sin olvidar mencionar el gran pasillo que había en medio del jardin el cual te llevaba a las enormes escaleras de la entrada. Prácticamente todo era hermoso, el lugar es mucho mejor de lo que vi en fotos y así, da gusto estudiar.Aún observando los detalles del lugar, me di cuenta que el sitio cada vez se estaba llenando más, de estudiantes

¡Que esperas vas a estudiar en una universidad

vando detenidamente a unas chicas como se apelotonaban en los chicos sin dignidad, este tipo de situaciones me parecen de lo mas absurdo que puede haber no se como las chicas

e personas que había por todas partes eran demasiadas que incluso no me lo esperaba lo de gente que estudia aquí, impaciente m

mer día de clase? Tratando de captar

, de verdad

iban a recibir al dueño, el enfado y rencor que contenía mi corazón a este tipo por hacer lo que hizo y provocarme que pase más de dos horas intentando quitarme el barro hizo que me aproximara hacia el, sin controlarme, haciendo que le quitase a una chica un vaso de la mano.

ás bien le caían bien debía de ser muy conocido aquí y las chicas fantaseaban con él en cada momento, había una que parecía que tenía algo con el ya qu

ios, los cuales no parecían reales, de la nada sentí su mirada fija en mí, llegando a alterarme un poco, pero rapidamente recapacite y me acerque a él decidida, a medida que me acercaba pude fijarme en un gran tatuaje que se asomaba bajo su camiseta en varios colores , no podía ver bien el dibujo, pero parecía algo grande, otro más tenía en su musculoso brazo izquierdo que podía verse con claridad una serpiente o más bien una cobra estaba trazada de manera vertical, era un

llevaba consigo el cual se lo quite a una estudiante del mismo año que yo, nada más hacerlo, note lo sorprendidos que estab

sus ojos azul verdosos estaban puestos en mi de un modo muy

ba enfadado y molesto, me sentí un poco alterada por la manera en la que me

er, era extraño la manera en la que me estaba miran

eso dio varios pasos hacia mí provocando que yo también los diese para atrás, el susto se introdujo en mi cuerpo de un momento

ente estaba muy pero que muy enfadado ya que cada vez más su mandíbula se podía ver tensa provocan

n mi dedo en modo amenaza—. Tu has empez

zco yo—observo mi aspecto por un segundo mientras se contenía, por lo que veía de la forma en la que apretaba los puños y se sobr

icándome con tu cutre coche llenándome entera de barro y no lo niegues porque aún hay huella en las ruedas—señale las ruedas provocando que su mirada seria en mi se fijara en las ru

e mía—pero tu estas drogada o que te pasa ¿sabes con quien estas habl

se ni m

de ahora en adelante necia, a

sonar girándome sobre mi misma y dirigiéndome a la universidad con un peso de

por la parte de detrás—al escucharlo me giré sobre mi m

ía a nuestro alrededor y como la chica esa estaba tan apegada a él aprovechando para calmarlo. Pensando que ya había escarmentado me di la vuelta

mento iban a estallar, por un segundo senti algo

actuar de más, me altere provocando

cosas no acabaran aquí, te arrepentirás pro haberme echado este café e incluso venido

enfadarme y si me busca me va a encontrar no le voy a

r ser ricos ya d

que yo diga dice

ación super rara dentro de mi. Subiendo las escaleras me gire por un momento por curiosidad y lo v

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