cabrón

llegar a la casa de la playa de m

cina y arrancarle los pelos rojos

pasa

cha y le daba un corto abrazo, haciendo que todos se

articipar de su vida y mucho m

trás de mí, que me había quedado recostada en la encimera de la esquina de

ra para alcanzar mi mojito y mostrarle el hilillo de mi bikini me

que el cabrón sonrió y sucesivamente saludó a la pe

tó desde el otro lado de la piscina,

la mierda

ía importarme menos y salí de allí, caminando haci

arnos siempre y ya ni caso nos hacían y a la compañía que

nido que ir a la ciudad por un compromiso rápido y de ú

ico en el que me había instalado yo, siempre tan

nos había recluído en el interior de

. Tanto darme la pelota para que fuera suya y el tío se aparecía a

osas que me importaban una reverenda mierda, mient

aber cuál era su habitación, resoplé y salí de allí, en bikini y tomando solo las llaves de l

e la follaría esta noche. Yo no q

mi escasa cantidad de ropa y con mi pelo rubio divino rozando mi culo sobre el asiento de l

nía en su sitio para salir a la carretera cuando

sus manos en mis muslos desnudos eran como una quema

pañía — sus dedos bordearon el elástico de mi tanga por delante y acariciaron

ntre mis labios — aunque te esté enseñando lo que significa estar sin mí — abrió mis pliegues y hundió un dedo

pechos fue combinada por mordidas a mi cuello y mis ojo

mento en que me iba a abrazar los labios con los suyos, aceleré soltando de golpe el embrague y la moto se levantó de su goma delantera y lo lanzó al suelo, seguido de un chirrido en el suelo por

r mi retrovisor, esperando que viniera detrás de mí en alguno de los coches pero no lo hizo. Lo pid

e de que estaba en bikini y sin calzado sobre la moto de Henry, s

Idiota.

on otra, me hizo perder los papeles y ahora e

ían por mi cuerpo en aquel

con una grúa que se llevaba un Mercedes negro pinchado y una moto de policía, que multaba al propietario. Como si eso fuera poco para mí

puede

s mientras yo daba saltos sobre mis pies por el as

s pintas

peraba ver en aquel sitio y qye gracias a dios, era un monumento, por no decir una fortaleza físi

lake!

s dando vueltas en el lugar y b

mano mayor

pero todavía más mayor que su hermano... Tenía cuarenta y un años y a pesar de eso, los o

rder y un cuerpo que daba ganas de llorar de la envidia por

el medio de la nada?...

ndose cuenta de que cada locura que yo hacía, venía

asó?..., ¿ Por qué

os pusimos al día de la situación que

na semana atrás y se veía que quería repetir con la reina de hie

emano que Darius era el re

a o cualquier documento de identificación, comprobó que la moto e

tio y llévate la moto — le pedí mientras me afer

lar. Tampoco quiero llegar cont

duros todos q

ca de música electrónica en la orilla de la playa y con un

mayor que sus hermanos era demasiado divertido y cada palabra que salía de su b

ma que tuvimos

ecimos medio pedos en unas tumbonas de la pl

monumentales eran el maquillaje más d

imos para la casa, siendo las siete de la mañana y

mos vivido y definitivamente, me pedía más noches con

la casa y aparcando la moto, sentimos una puerta estrellarse c

ar

eta de Blake y los de Lindsay que estaba a su lado s

imos evitar empezar a reír, aún medio borrachos y diverti

s te atreviste

siguiente que aconteció fue un tremendo lío del que n