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Historia

Capítulo 4 Pregúntame

Palabras:10565    |    Actualizado en: 04/03/2022

b i

acer,ás ¿no? de míAbre y me mis dejar piernasás e

as. Las imágenes de esa ta

labio ante la repen

ntensa mirada depre

dices así..." Sus

riste. “Debes considerar

que me sentí

a sonrisa apareció en sus

contra la seda bordada del abr

cular de su abdomen. Su ma

elicado que era el equili

la atrajo hacia sí. Frente

be

brás pensado en

ciando su mano y viendo c

es darte lo que quiere

de eso,

tonces, ¿

ió mucho

cielo. ¿Ho

una sonrisa que la dejó sin

ia cruda se ha ido y es reemp

ontró difíci

paso atrás y le ofreci

o me pue

Cap

e a la chimenea en l

recordar su primer encuent

precipitado en los establos de

mancha de sudor, heno pun

erdo poco claro de esa ta

uvo tan ansio

Elizabeth a casa desde e

casa para vestirse, volv

tado esperando

stómago, un sentimiento rea

como había prometido? ¿O l

por sentirla

ó el fuego antes de

eferido llevar a Elizabeth

a que se le diera con u

on la suavidad de la alfomb

nte al fuego. Se había q

es, impresionado y nada

esnuda contra la de

ió y luego se cerró silenci

se contra el marco de la pu

tado de lo que se sentía. E

casi pierde el aliento. Con

frente al otro. Ella s

re los dientes. Vestido

suelto y libre de todo

a la imagen de la be

ugió cuando se acercó a

sionándola co

I.

l b

respuesta con un beso. E

a él de repente. Un gemi

invadiendo su boca. Firme

siempre lo

ajo momentáneamente y Mar

ido? A sus pies había

ue

endo el diario

entrecortada que traicionó

, Marcus se sorpre

evaba el nombre de otro hom

a. Para su disgusto, todav

que ya no era un jove

fecto de una h

es como

dos con los de Elizabeth

rápido que pude,

menos, luchaste inter

todo su cuerpo

or un momen

olvió sus brazos alrededor de el

íos y cautelosos de su rostro

i no venía, probablemente

aría

cuello, rió y gimió al mis

osamente excitado como es

staba decidido a encontr

La satisfacción sexual n

nos, n

antó la cara y la miró.

, en uno de los raros g

e de Elizabeth, cualquier

a arrebatarte

do arrogante.

tó y la acomodó contra la

ado en la mesilla de noche y

labios y bajó las pestañas c

ar la

snudo. Esto es..

e si te desvis

arc

a relajarla, por eso habí

do bebiendo champán dur

y llena de picardía. Marcus

manera

Elizabeth se llevó la taza

eprendería tal abuso de

atisfecho. Una pequeña got

te, cerrando brevemente l

ando ella giró la cabe

lizabeth se apartó y bebió lo

aza frente

favor. Mar

Él la estudió furtivament

us dedos se arrastraban i

tás tan nervi

este tipo de… citas. Pe

do que todo el propósito de

¿S

go la cerró, encogiéndose

ne ne

ica razón por la

ió el ceño y tom

No

me gustaría

uceden normalme

había un dejo de tri

o cualquier otra cos

bros se relaj

arcus entrelazó nuevamente

estaba sonrojado, traicion

un pequeño favor? Pre

sí mismo que

eró pacie

a aprensión que sintió

e qué pasó esa noc

s y miró el v

lmente

tan amabl

eferiría no

jo suavemente. – Lo que

ue acabes con

respir

que te

cio prolongán

ntin

William. Una noche, aproxi

dormir. El insomnio se había

ez que me sentía inquieto, vi

ridad. Olía a libros viejos

lajante. William llegó un po

en el sofá. Tenía curio

a noche y estaba vestido

cubierto. Era obvio que s

ía ser visto o reco

resurado. Se fue y no volvió

a vez que estaba involu

una pausa para t

nos íbamos. Estudié tus acti

horne regularmente. L

los rincones, a veces

elem

ezó y apoyó la c

La experiencia de Eldridge con

te nunca sospeché que

ospechar? ella preguntó s

, yo tampoco sospecharí

exhausto. Estaba preocup

sando, se negó a r

ó a Marcus con sus ojo

ad que

ste a verme esa noche

el vaso de sus manos y tomó un

ntiene en secreto las i

tros es capturado, tenem

onalmente,

erza, Elizabeth dejó en clar

í h i

tampoco la suya, sentía eventualmente mucha si

ág

ó escapar un s

sa estaba demasiado agita

el había ido a visitar a Wil

cina, sin saber que yo

de llevar a William por

on decírselo

ió, imaginan

r tu temperamento, quer

stia cuando

una sonrisa débil, v

actividades eran degener

que él y William eran

rimas reprimidas. - Y de r

ue habías hecho, el pelig

rne sobre su infdelidad en

​en una fuerte pasión rara vez

Eventualmente me volvería

uraleza más temprano que

eció un ancla en un mo

ri

alda y miró hacia el terc

y el declive de su padre,

deben haber sonado como pu

a de Marcus hacia un hom

ería haber sido el

", maldijo co

sé de Escocia

s.” Su voz sonaba distant

de cuidar a la viuda. Quer

io, William me recibió en la

por su temeridad. L

t

haber ido

a cabeza para mi

so lo qu

ió en las almohadas, él s

entes en

Su voz s

esperaba que no ll

.” Cerró los ojos. – Sabía

d i

Y no pude evitar pregun

o, ya que los eventos de e

como tú mismo dijiste, é

erra después de eso. Y se

e no hubiera muerto. C

olencias para hacerles sa

que vinie

amores y de tu larga

pasó las piernas por

blos crees qu

en la mesita de noche y agarr

l instante la inquietu

s de todo, Elizab

staba arruinado", dijo

resionando su erección co

mbría cuando el dese

con voz ronca. -

e gu

Olvidemos

ntes de bajar la cabez

boca. Congelado, Marcus p

de las curvas de Elizabeth q

s sentidos. Apretó sus

mbargo, no sabía por qué el

es horas tratan

abeza y él gimió a

su rostro perdió el colo

endo maravill

s moviendo"

con tr

verme, mi amor. Te

llejón sin salida.” Había

é qué

e Elizabeth, la co

o que me

das sobre sus caderas. Los ri

a de I

¿Do

pudiera sobrevivir,

todos

vacilante por el vello

triz que marcaba su ho

Se est

gust

do sus manos sobre su estóm

tac

asci

ndo una r

nterés vaya más al

n poco drogada por

o que he conocido.” Estir

, luego por los brazos ha

imple pero muy compl

rdidamente enamorados el

en había mucha caute

eraba

nces podrías sedu

os entrelazadas a los la

que seduce. I

ord Westfeld. Un indoma

min

Marcus la besó apasionadame

pensar e

sus dedos por la espalda

ó su placer al no enc

nque tenía miedo de

l. Incluso podría decir que e

la parte de atrás del vestid

la palidez tan marcada alred

acer de prestarles atención,

inmedia

antar las manos, p

as, querida, disfru

sta m

de tantas

ente de esas cosas.” Suspi

uslos. “No puedo

e eres.” Toda la dulzura

se con el torso desnudo fre

ara

ial sexual no defne quié

es de quejarme, ya que si

omplacerte

agradecido? – respondió el

ieras centrado tu ate

ro él la apretó aún más fuer

su erección contra el pu

el movimiento, observándo

esta inmediata e impote

do te enfada tanto

do se

mente quiero saber – él n

ba levantando esas barrer

cuerpo, pero qu

rrugó l

importan los cora

Reprimió su exasperaci

nen están muy b

ón era de i

el dobladillo de su vesti

res aterrizaron en los ve

ando se dio cuenta de que só

tormento del

usceptibles a los arrebatos emoc

onestamente, rara vez u

e incluso cuando eso suc

no te diste cuenta del

staba confundido cuando un

spondió a sus sentimien

nto much

falta extrema de amistade

racias a Dios se

pulgares a través de los labi

hacia adelante en un

otros amantes", dijo

ió l d

con los dedos y r

ígido mientra

erente a cualquier mu

desca

pulgar en el lugar más

odía negarle

letamente en éxtasis h

sin mi polla aquí,

erdición de Marcus. Se abrió

beth se derretían. Descartarlo

control, de eso

aborearte,

l agarró sus caderas y

a

gó cuando él la empujó h

e

apoderó de él como un pu

ue Marcus apretara los die

spiraba mal, acabaría

ma de él, encontr

mejor. Con el sudor c

us caderas y se hundió d

rojado, los ojos muy abier

en una indagac

r", la animó, deseando

me ahí y ser jodido lo

o hace ta

antó, trepando por su polla h

ió a bajar, sus movimient

devastadores. Sus mano

nuevo, jadeando, y el aire f

o, provocando un fuert

la

etengas"

o s

o, querida.

obedeció, conmoviéndolo

a, sus pechos rebotando, lo a

on un placer entumecido, re

sión de belleza magnífca e i

cruda posible, con sus gemi

rutaba, a pe

cuando la necesidad

atrás, la sostuvo en el air

spendido de Elizabeth con emb

n las de él y su cabeza cay

total. –

ntendió la orden: Llé

te eso, penetrándola tan fue

. Aún así, no pude pr

incluso su acto más primitivo n

hacía aún más fuerte cada

, posicionando sus senos y

agudo y ahogado, se ret

e eran completamente diferent

es

n loco, forzando su pol

se en la crema hirvien

gió mientras se corría, esparc

la cabeza, le mordió el

a, la fuente de tu mayor pl

s al pasar despertó a Elizabe

gonzada de encontrarse

. Mirando alrededor de la h

iario de Nigel abierto fren

a e

vulnerable, se cubrió e

estás

asesina, se levantó y

scifrar el código Hawthorne

do por

ntuvo un

haber una ley que prohí

hay." Saltó sobre la ca

an

alabra "amantes" la hizo t

calentaba la sangre. Y l

ociones en ta

tan engreída.” Mirando r

iosamente el borde de l

la facilidad co

l á d d ld b l

esplomándose de espaldas sobre l

” Girando la cabeza para mira

eron el tono burlón. Rod

su mano. – Háblem

Por

orqu

deseando poder encontr

iame

que contar. Hawthorne

s observó el fuego pensativam

zabeth extendió la mano y s

fre

para besa

s tenías u

idades similares y él s

upado con el trabajo de la

ncia nos agra

, perdido en su

te importaba t

uso entonces, pero er

e podrían oc

zabeth lo miró a la cara

o y por qué ella todavía

be

ces el

stá escrito en el diario es

portunidad de revisar el

star s

sábana alrededor de sus dedos

a. – Siento haberte mo

chón, trató de levantarse de l

codo. Elizabeth miró

nos de fuego le dev

ción bienvenida",

ente sexual que había

s, subiéndose encima de ella, p

sobre su vientre

mucho que me afecta est

s trabajar cuand

oca tomó su pezón sob

l li d h b b

íacaliente de su sus cuerpo hombros fotando y brazos,

pó el pezón erecto, inst

a loca

abiendo que estaba mal ced

con

soltó su pecho y apa

y la besó, el calor y la du

ese abrazo. Las manos

bien, atacando sus sentidos

placer, cayendo en desgraci

de regreso se hacía c

Cap

cipal de la mansión a través de

ya estaban preparando la

arse en su camino con uno

nado y la pi

Isa

ió un nudo en el estómago

la puert

, Gui

go un momento, si me lo

en la habitación y ce

ara escucha

aciendo con Westfeld? ¿En

rdido l

abía razón

ntó, claramente c

No

rátala de esa manera, ú

jado de él y que sus int

nté”. Dándose la vuelta, Elizabet

iam comenzó a cam

iera. Si estás tan decidi

ber elegido una em

reocupación, pero soy una

specialmente sobre algo t

ue hablar de esos a

que hablar de es

a rodeó. – Después de

mi comportami

Aprendí

rmo se

sabes en lo que te estás

cede

estfeld quien no sabe en l

bes, pronto

se

sab

stoy cansada”. Se levantó

esta noche para aco

detenerlo, pero Marcus insistió e

lla, o no. Era inf

ant

William secamente. - Habl

o indiferente por

casa. Envíamelo cua

es dete

que pensa

abomin

Entró en e

te lastimas”, gritó W

volvió hacia él. Tan ent

lo adoraba por eso. Con un

iam le devolvió el a

olesta", dijo en su cabe

anquilo y

urriría y lo

susp

ón.” Rompió el abrazo. -

rtar verla he

rostro envió una punzada e

d de su situación. Jugar

fu

lliam.” Entrelazándole el b

nfía en mí para c

vuelve difícil cuando haces

comenzó a correr

ar al jarrón al fnal

ero, William acompañó a E

no perdió tiempo en cam

rigió al pueblo hacia la ca

s, golpeó con fuerza e

ba la

o a un mayordomo que solo lo

ti

iam atravesó la puerta y

ord Westfeld", dijo s

la ta

no está disponib

su cama", respondió Will

o iré tras

on desdén, el sirvient

se r

ió de nuevo, Marcus entr

sin decir

ldijo Marcus cuando fue de

o William le dio un puñ

lpes mientras los dos roda

do una silla. Marcus

nunca tomaro

iam, aún más enfurecido por

a mat

un gran trabajo"

en la refriega, intervinien

quienquiera que tuviera los

Déjame ir. Pero Paul Ashf

r. Sin ofender. Pero mamá

Ella siempre nos hace salir

metros de él, prescind

nos. El parecido entre los

y su ligera delgadez los d

illiam, que tenía c

de forcejear y

míos”, dijo Paul, arreglánd

una buena pelea en la m

para la

su costado, Marcus igno

a te habrás ca

miró fjamente. – Sería má

o de enojar a Elizab

ermo s

mportaran sus

in

¿Por qué usarlo de esta maner

ró la g

mos terminad

. - No es el tipo de conve

ra compórtense, caballeros.

madre. Los compadecería

rraron la puerta

asó las mano

la que cortejaste cuand

del p

ba muy bien. Ella era una

amaba una buena cogida más que

rontitud. Una vez, pasaron t

comer. Se divirtió

e, captó l

gió Guillermo. - Estás habla

r de

agregó Marcus. - Un

cen

que ver con Celia. Ella no

os casuales. Ella

dejarme muy rápido y n

por sus

strarías? Eras un

cus se acercó a uno de los s

o, aparentemente las cos

ontento con

es déjal

entre nosotros. Los dos esta

debemos dejar q

y se sentó en la

ntender cómo Elizab

ocupado?

parte de atrás de su cuello. “Es

sa

da que se casó con ot

or manera

o par

ozco? preguntó William,

nes – le advirtió mientras

se detuvo en la puerta y

te encontraré en u

sintió e

a temprano esta noche.

todavía tiene una excel

ón irresistible.

illiam se retiró. También

tus p

si

xito, como se pudo ver entr

nftriona, Lady Marks-Darby. El

alcón desierto. Debajo d

és del intrincado laberinto de s

ira

tanto el cielo como el infern

a de huéspedes, y aunque é

propias ex

aventura, Elizabeth pe

aba a la habitación, la ca

desaparecería. Pero e

ella banquetes suntuo

amente interesada en sus

comprar los que ella

traño. Ella estaba comple

mucho más invasiva que

cus la dejara

constante estado de agita

ormidable repertorio pa

nsaría en otra cosa.

hombros o pásate las manos

habló, respirando en su oíd

la de

le trajo un respiro de sus

lejón sin salida directame

s se podían esc

pturas en este momento”, l

s cierto. Y que desgracia

uesta. Prácticamente es

tho

parece gus

que se pierde. El es glor

esar que estoy completa

con fuerza hasta que sus dedo

as mujer

aerlo, si tant

lla con confanza. “Lady Haw

igue simplemente por deport

o más de fuego en su ca

mujeres exclama

interrumpió una voz mas

nto, dejando a Lady Hawth

ya! Elizabeth apretó los dientes

ta. ¿Cómo pudo h

dy Haw

pronunciar su nombre con u

rvó al caballero acercarse

apari

¿

elegantemente vestido.

ca que se estiraba por la e

máscara que cubría sus ojos

parecer. Algo en él llamó

una manera vaga, pero al

o había con

ocemos? - e

lla se enderezó, estudiánd

que ella podía ver de la ca

nte, él era muc

estaban curvados de una mane

bía una fría determinación en

faba en nada ni en nadie.

r de aprensión. Su inquie

ercó. La sutil inclinació

idamente

onca vino

awthorne, pero tenemos asu

tar

gió con su conducta

y difícil compartir asunt

nas en una reve

dió, usando su voz d

Soy Christopher

la garganta de Elizabeth. C

o a

discutir conmig

endo sus manos sobre la en

Su postura casual era

istoso para calmar a las

bajar la guardia. La táctic

rar su tensión mientras

ue pertenecía a tu difun

tó sua

ro perdi

? Sus ojos se abri

re que me atacó en el p

ull

, lady Hawthorne, mie

guraré de que y

ira se mezclaro

lla levantó la barbilla. -

uí despr

destreza con una pistola,

tá expuesto. El hecho de que

uación.” Él la miró y la fr

sos. “Te conviene que

una amenaza apenas velada, co

to casual no podía ocult

ó como un hom

de miedo y repugnan

aj

reza, metiendo la mano e

anco. Sacó un objeto p

esto te

jos de su rostro, cerró la

bj

y se volvió rápidamente

ella al encontrar a Mar

ba de su cuerpo. Las fa

efejando su in

denó. Su tensión era pa

ara disparar a la

Elizabeth sin mostrar ningu

amiento sin pretensione

entimiento llenó el aire al

a conversación en otro

ego que considere mi s

ró y pasó junto a Ma

estfeld. Es un pl

lado, bloqueando el

sal

de nuevo y te mata

a muerte durante años, Westfeld

sa sa

o el tiempo hasta que encon

o que necesito para vert

justicia pa

raré hasta que sea más o

más antes de rodear a M

tit

en la mano y el impacto de

uillo. Marcus estuvo a

eso? Abr

que Hawthorne me dio c

? Todavía está roto.

la mañana del día

broche de su m

volvió? ¿Qué dijo

miró fjamente su rostro con el c

l pa

us, guardándose el broche e

azo, la condujo

arcus fue a buscar sus abr

tan pronto como llegó el carr

guardia, comenzó a cami

la m

ventana del carruaje

dónd

s de Sa

do el marco de la ventana, s

Tú mismo dijiste

or", dijo por encima del

idad, devastada hasta la mé

bí d di d

omenzado, se dio cuenta de cuán

a su preocupación o ang

o, él la dejó de todos

a esperaba. Se había id

ocurriendo? ¿Había encon

tazos? Tal vez Mar

través de la ventana mientras

th abrió la puerta y salió

lado en el mismo instant

a pesada seda de su abrig

estaba mucho más fría.

teg

risa angustiada, medio loc

Era un hombre al que

dría en riesgo, porque eso

.. St. John.

rse de todo. A lo

ítul

la casa de huéspe

rsa bajo tus pies. Bus

por tus

de amor se estaba volvie

mostraba signos de disminu

La reacción física por sí sol

ón total de su

s casos, nunca pasó

una mujer a casa, nu

e un breve uso de su c

e

era completamente diferente

ue el desafortunado amanec

piel, acostado en la

desnuda y suplicando debajo de

tor

estaba solo que su ne

y reconoció al hombre co

ejó de latir. Luego acel

ger lo que

ldita sea! Elizabeth quer

er las cosas simples y sin co

iones pasadas, le hubie

, no estaba nada

ra inmune. Su mirada se

ndo atención, y cuando

su pecho. Se acurrucaba c

diciendo que él había invad

que ella inv

Elizabeth entró, Marcus se vol

oco entusiasta, luego

barreras: odiaba cada he

lejado. La ira co

, mi amor

ó el ceño ante

a abajo. Cuando sus ojos

a son

. Mejor que l

n altivez. Había barrer

r, empezando

era gruesa

. Había algo diferente en

ue hizo que su estó

s. Preguntándose qué vio,

spejo detrás de ella y se sobr

Apretó los pu

ntigo esta noche. Vine

toria de am

geno se hubiera ido de la ha

do fácilment

fue todo lo qu

ad de que sigam

la pasión en

dijo, encogién

do mi amante hasta que

negó con

zón latiendo a un ritmo

a necesidad de

s: ¿por qué deberíamos termi

chó, luego se marchitó,

o te qu

etuvo hasta que la presionó c

lviendo su mano alrededor de la

ello, inhaló su arom

estremeció e

arc

quier otra cosa y yo me lo h

entira tan grande que

a cabeza

la vuelta. – Una respuesta

es muy

arcus libró una batalla

nsas que había co

ada? él

sponder, pero la lengua de é

o todo su sabor. Isabel

go

a en su lugar mientras Eli

acomodándola en el calor de s

ntiendo su interior reto

zándolo en silencio in

e a sus toques. Ma

contra de su voluntad. Él la

isma atracción

” dijo fríamente, con los

ba junto al espejo.

buscarme. Tal vez todav

pla

el corazón de Marcus se e

habían tomado un g

ortazo, montando su cab

s manos, ordenó a los guardia

dos a que

sus pensamientos perm

h i l hi d

St.la posturJohn casia erguida lo hizo y caer orgullos

ertido del peligro, pe

udido por nada? La superf

didades de la naturaleza de

aba explorar pero n

orturada, lo sabía,

e Londres mientras perm

él quien sufrió, pero

consuelo, como se suponía que

tes, había sido cálida y ap

abrieron para recibir las em

nido de su nombre en sus lab

de tu espalda. Estaba ard

odría haber jurado que la i

negó a creer que

e la noche, obligó a su ment

. Atónito, se sobresal

ente, Marcus había regresado, i

a para ser

lo había

sta que se detuvo frente a la

su alrededor, viendo las

de estar patrullando a

quedó mirando la casa de hués

y si su maravilloso arom

rcus se bajó del caballo y

ó los ojos para agudizar el

fun

aroma embriagador de Eliz

dejando que los recuerdos de

uri

silencio por la casa, Mar

o fragmentos de sus momento

de su voz, la textura

e detuvo y se esf

a escuchando los sonidos ap

hacia el dormitorio. Aho

enea bailando a través de la rend

habitación. Elizabeth estaba all

en el que s

terminar el caso. Marcus

ace

ertenecí

y su trabajo se resinti

vivir de e

th", la llam

osamente se limpió las lágr

a en su armadura estaba ab

ien se escondió, frágil

ente era necesario para ella, pe

él. Cualquier embestida d

eso. De hecho, ni siquiera po

rla. Quería ser lo que e

olo u

bra, Marcus se

jó los pedazos al lado de las

ando. Como todas las

dosamente. Elizabeth est

sintió que su pecho se c

e ofreció la espalda, él no

su orden silenciosa. Sin

as se quitaba el vestido, r

acostarse a su lado, acu

echo y miró el paisaje enmar

ga

es felici

contra su pecho,

to debe

espalda con caricias l

- Yo

istoria de amor

cina de Lord Eldridge p

sillón de cuero frente a

para sa

est

dada por St. John en el bai

dijo si

grises recorr

Ella es

de hombros, frotando

a tu apariencia - más q

ablara de ello. A pesar de

s por el resto de la noche.

en el

ó

apoyó contra el

ción corresponde a la de S

la en el hom

ó escapar un

sobre la participación de St

ner razón. ¿El médi

ldridge se puso de pie y miró

iopelo oscuro de las cortina

más pequeño, más humano y menos

rne. Acercarse a ella en un eve

imaginé que St. John

", admitió Marcus. - Tengo la in

o de dejarla sola. St.

Hawthorne lo estaba cargando

¿no?' Eldridge suspiró

se pi

cordando los muchos encuentros

St. John a lo l

lo tolera

onsiderado la alternativa mucha

esaparición lo convierta

No podemos revelarlo, au

de un c

endo, Marcu

te, Westfeld. Pero un j

genial para d

.” Empezó a caminar de u

los días. El código encript

puedo encontrar un patrón

ort

. Tal vez p

n mi análisis. Creo que he d

an

rada", le advirtió Eldridg

on irri

no actué d

dy Hawthorne estuvo invol

antes. ¿Habló algo a

iración por un momento,

hablar de s

ridge s

que no lle

e para protegerte”,

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