img La Melodía del Corazón  /  Capítulo 4 Capitulo: 3 | 40.00%
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Historia

Capítulo 4 Capitulo: 3

Palabras:1610    |    Actualizado en: 14/03/2022

o que sea. Antes de que el se fuera, yo trabaja junto con el en el neg

y este se convirtió en uno de los mejores hoteles del país, abrimos nuevos, y pronto obtuvimos buenos f

ngo sombras alrededor de ellos por todas las noches que e pasado sin dormír, mi cabello oscuro ya no está brillante y lo veo ma

horrible, no interfiera en q

e color negro, con zapatos

que el no es, — Buenos días, señorita. — Escucho su voz ronca a mi espalda. Mientras un escalofrío me recorre entera. — Buenos días. – Contesto sin mirarle a la cara, pues sé que este hombre que tengo a mi lado, es quien me ayudó el otro día, y sé que si veo de nuevo sus ojos alguna estupidez cometerá mi irr

! Dios por favor, como puedo comparar un desconocido con Sury. — Me alegra oír eso, – El trata de decir algo más pero

s imposible. ¿Cómo puede este hombre usar su misma colonia, tener su mismo color de ojos, y sobre todo la

lo deseo salir de aquí y no verlo más, este homb

o de rabia. — ¿Cómo? — Digo... Me refiero a que me río porque yo trato de formar alguna conversación pero usted es algo arisca. – Me dice él, mientras observa mi cuerpo, siento su mirada sobre mí y eso me pone aún más nerviosa. — Pensé qué usted también preguntaría por mi nombre... No lo sé, somos vecinos y deberíamos conocernos. — No es necesario que nos conozcamos. Señor, muchos viven en este mismo edificio y la verdad no me detengo a preguntarle a cada persona por su nombre. – Otra risilla sale de sus labios y me es imposible no detall

porque el ascensor se detiene y yo salgo

os están sudadas, y por más qué trató de que mi pie izquierdo deje de moverse no

odo era un desastre, ahora todo se ve diferente... Cada rincón de la resección está brillante, los t

de mangas color blanco con el doblé en las muñecas a juego con su falda. Mientras que los hombres visten, al menos

nombra entonces sé que

e relajarme, pisando fuerte para evitar

no sé, si es para bien, o para mal. La chica me a llamado me regala una

o de unos segundos escucho un pase... Y esa voz me hace temblar aun m

r favor

ás oírlo, de nuevo ese escalofrío se instala en mí, nuestras miradas se encuentran,

sconocido que resulta es mi vecino, ahora tambi

as que están frente a él... Mientras el sigue cada paso que doy con la mirada. Una que me es

aba en el hotel, Louis Vuitton. – El esboza una media sonrisa y asiente. Yo le entrego la carpeta co

el motivo. Tampoco hay recomendaciones, ¿Acaso n

scritorio mientras me observa. Se ve tan... ¡No! No lo digas no lo pienses. — Miré, señor... — Ares, así me llamo... Deja de decirme señor, no soy tan viejo. – De nuevo me regala esa sonrisa, y tengo que darme un par de cachetadas mentalmente, para enfocarme en lo que debo. — No hablaré del porque deje de trabajar para ellos, ahí en mis papeles están otras referencias.

ar en seguida. Ya por la tarde cuando estoy apunto de irme escucho a unas chicas hablar sobre que el nuevo jefe es malditamente caliente, guapo

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