img La omega del rey  /  Capítulo 2 2. Salvación repentina. | 8.70%
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Historia

Capítulo 2 2. Salvación repentina.

Palabras:2353    |    Actualizado en: 30/05/2022

ntraba como si nada vagando por una habitación y lo peor de todo es que él la mantuvo en sus brazos durante unos minutos para calmarla de todo. Ell

lo, te dejaré sin hijos —dijo su am

nojado todavía —bufó y el ot

sta la forma en la que te expresas

ía en lo que me decían, era verda

ceño fruncido y no podía creer lo que su a

n los negocios del reino —Thiago chasqueó la lengua notablemente fr

secreto? — preg

l por las circunstancias del embarazo y también porque la niña nació muerta. Según Ferdinand, su esposa e hija murieron en el parto, los rumores decían que la pequeña había nacido con una en

estás queri

ser está viva, que no murió en

ás diciendo? —preguntó

especie, con la única diferencia que la niña nació con más genes de su padre que

omegas? —preguntó con asombro—. ¿Qu

este lugar como si fuera una princesa en apuros, esperando q

o? — preguntó con u

omegas hembras sí existen y Dayana es la prueba

oco—. Príncipe azul, cuéntamelo todo

e seda, su voz es suave y tiene una sonrisa hermosa... Y ni hablar de su pelo. Es bastante suave estar con ella, hablarle, tener algún contacto no es igual que como des

gar sin conocerlas y ya te di

, las personas se están retirand

**

con bastante fuerza, logrando que la menor que estaba

mple noche echas todo a perder. Nadie te dio el derecho de salir de esta habitación o mejor dicho no puedes sa

ablas —susurró antes de

o el estúpido castigo que tu madre me dejó lo hecho todo a perder, pero no todo está perdido. Por qué antes de que tú acabes con m

ce unos momentos, fue bajando las escaleras hasta llegar al primer piso donde únicamente estaban los empleados recogiendo los rest

o, donde nadie podía entrar, al menos si lograban jamás podrán salir con vida. La empujó con fuerza y ante

creía que ya lo sabían señore

saber qué pasaba —respondió Thiago y su mirada se posó en la menor—. ¿Está

esar nada de lo que está pasa

se acostó con su esposa hace años, sabe algo mejor deje que nos la llevemos y usted podrá seguir con

evarse esa cosa con uste

i padre antes de morir, si lo deseas haré que llegue a ti esta misma semana. Tú decides el d

hora habrá guerra —salió del lugar dejando a los ho

ntó del piso para luego ir hacia la carroza que esperaba por él en la parte de enfrente del castillo, todos se quedaban viendo como e

dejes sola. No te vay

a despedirme de un a

, iré a decirle a Andrea sobre esto. Ella estará feliz de venir aquí otra ve

an partir. Desde que se sentó, Dayana se trepó a su regazo y colocó los brazos

una persona así pudiera ser tan suave como la seda. Sonrió de lado al darse cuenta de que se había llevado consigo a su castillo a alguien que no conocía y que tampoco sabía si le gustaría donde iban a vivir. No es que las pe

manos de su cuerpo y a la mente de Thiago llegó una pregunta. ¿A Dayana nunca

ente permaneció en silencio y no opino nada al respeto, y él pudo comprobar sus sospechas. Todo era mito y nada más. Cuand

llegamos —la

? —la omega miró

emos —le sonrió de lado de form

das curiosas de los demás sobre ella. Se dio la vuelta para ver e

esos mitos y en esas leyendas que les han contado sobre ellas, pero mírenme aún estoy vivo y me siento con bastante salud —sonrió de lado antes de mirar a Dayana y tomarla de la mano para acercarla a él—. Ella es una omega que ha sufrido mucho por el rechazo de los demás, solo les pido que no la j

nar tu cabello —sonrió de lado alzando sus

in miedo —

uriosos. Se mordió el labio antes de tomarla y besar su me

malo pasó. La

zos hacia Dayana. La pequeña omega se la pasó nerviosa por su re

a sus labores —les indicó y tod

iedo en sus ojos. Cuando le pase a su hija, ella me miró rar

na gente, ven vamos adentro, tengo que m

o en su rostro, todo era maravilloso, desde las esculturas, plantas, hasta cómo est

por aquí —

ras había los pasillos y Thiago la gu

la puerta dejándola entrar—. Espero que te acostumbres a este lugar, mi gente solo está algo asombrada porque nunca habían visto a una omega por estos alre

ella de dejar un beso o de tirarle uno en el aire, como veía por la ventana de su habitación a las pareja de los

dicarle a uno de sus sirvientes que le buscara ropa a la omega para que usara ese día, porque

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