EN
ÍTU
uno lo más rápido posible, mientras yo me mantenía redactando un documento que necesitaba el señor Valente en una hora.
traje en su escritorio para rec
evo, claro, el jefe le ordenó a Thania de que me encargara de sus tareas, ahora tenía doble trabajo y un montón de papeles por chequear. No debo
iendes el teléfono si suena, ¿vale? -me indicó an
no estabas. -comenté para mí misma volvie
a blanca del señor manchada de café, ella me mostró una cara de cansancio y se marc
toge ponerme más, que seguramente hará. Observé la hora en mi computador y eran las cinco de la tarde, ya faltaban sólo dos horas y media para por fin salir de aquí e ir a la casa de mis padres, tenía varios días
padre, mis hermanos menores también los estaban acompañando y no dejarón de gritar hasta que
r el documento para verificar cualquier error, ya que tenía que
daba a entender de que ya estaría listo el documento, me levanté y lo tomé sin mirarlo, lo coloqu
señor, olía a whisky mezclado con el aroma del tabaco. El olor no era de mi agrado pero tuve que contener mis ganas de salir corriendo pa
uina al tocar las teclas de su computador mientras leía un documento en su e
ieron de su boca como balas con ácido, a l
iendo la carpeta y él despega sus ojos del c
querer salir corriendo. El jefe observó por unos segundos el contenido del documento
ntender de que no pod
acribillándome con sus ojos brillantes y espectántes color azules verdosos, que con tan sólo
xtendió el documento
el aire apoyando ambos codos en el respaldar de los brazos, con su mirada sobre mí, esperando a que revise
molestía fue que mi cerebro reaccionó y
mis adentros, pero cre
. -Dígame usted, señorita Ortega, ¿qué entiende en ese documento que
stá defectuosa. -intenté defenderme, no había prestado
ta, y lo peor de todo es que necesitaba mucho este empleo, con lo que me pagaban por ser asistente o secretari
a hasta que ya no pude más y estallé en llanto. No quería que el Señor Valente me vie
un segundo creí haber oído la voz del señor Valente pero ni eso hizo que mis pies se detuvieran, corría como si en verdad mi vida dependiera de ello, lo hacía sin mirar a nadie, todos soltaban insultos al aire cuando chocaba con
, p
me cubrió la boca con su mano que llevaba un guante sin cubrir
huyendo? -susurró cerca de
do con mis pies, mi cerebro también me jugó sucio y controló mis extremidades, logré girarme entre sus bra
que había en este piso, nos encerramos ahí hasta que pudiera calmar mis sollozos, Fred al no saber qué hacer salió diciendo que iría por café. Y
cuarto de servicio se abrió y Fred e
agradecimento a lo que él me correspondió el gesto. -¿Ya te sientes mejor? -inda
s... por no dejarme sola... -en mi pecho sentía una pr
. -¿Me podrías decir... -mordió sus labios como queriendo encontrar las palabras
increíble que Fred aún me preparara el café a mi gusto, no cualquiera se tomaba el tiempo para hacerlo al gusto de otros. -Sólo tuve un peq
salir huyendo del trabajo, que no se toma en ser
intrigoza y enojada. -¿El señor Valente intentó h
pregunta, no podía creer que Fred tenga algo como eso en la cabeza, como el pens
era una silla de oficina vieja y da un par de vueltas en la habit
¿cómo tan siquiera se te pasa por la mente que él sería capaz de hacerme algo? -cuestioné indi
... -el suspenso que promovía
pero sólo logré que Fr
pude oír su respiración acelerada. -Estaban en la cocina, solos, y el señor estaba sin s
á diciendo la chica que iba con él y también nos vio. -Lo que vieron fue un accidente. -aclaré, sabiendo que si realmente
sí me había dolido. -Sería más creíble si me
apareció el señor Valente de la nada, ¿entiendes?, pudo ser cualquiera, de echo, si no hubiera aparecido él probablemente te lo hubiera tirado a ti o la otra chica... es algo que pasó y ya, fue un accidente y y
so, es que ya me
ho Bren... -siento su calor corporal envolverme, de inmediato me levanté
importa lo qu
e sobre lo que habiamos visto. Supe que no me hizo caso al enterarme de que varios de la oficina ya sabían sobre eso, pero Yohanna, o no sé q
ahogo los siguientes
hasta con una demanda por difamación, porque conociendo al señor, es posible que piens
fuera una maldita pesadilla. -Por favor Fred, tienes q
de oficina no se para hasta que haya otro, o que a
a los oídos del Vicepresidente, sino, estaré en espera de una
eso te lo puedo asegurar. -me mostró una
podría h
dría ha
per