EN
ÍTU
estamos aquí dentro y aún; absol
to lo entendía ya que yo estaba más o menos igual que él, aunque, disimulabar una calor de l
ía espeso y tibio por nuestras respiraciones, a veces comenzaba a marearme pero recuper
se siente bien,
con los suyos. Mantuve la boca cerrada, porque era incapaz de abrirla
tar la mirada solté mi cabello y lo sujeté más alto envuelto en un moño desordenado, era como
lamando la atención
ó sus oscuros y demandantes oj
o quizás el señor Valente cargue con una botellita de agua. -¿Tiene usted un poco de agua p
pias lágrimas por la horrible sed que tenía. -¿Está muy deshidratada? -asentí a
tí una ola de calor az
paredes del ascensor, acomodé mejor mi falda y
o después de que se levantó del suelo, lo tomé agr
r varonil y poderoso impregnó por mis fosas nasales, dejándo
ielos, ¿en qué
mi rostro hasta bajar al cuello. Por un momento escuché una respiración pesada, ob
ue lo tenía más cerca de lo necesario y m
nto, aunque asentí. -También muero de sed... -en un segundo el Vicepresidente ba
O... ¿O quiere otra cosa? -caminé alejándom
o por su cabello. -El mío se apagó. -sacó su celula
señal. Pero me acerqué hasta mi bolso y lo saqué viendo la hora. -¡Oh
se con el hombre del otro lado. -¿Aún no llegan los bomberos? -h
para sacarlo de allí. También nos avisaron de que la energía la
cielos por tan maravillosa noticia, hasta el Señor Valente parecía m
eraremos.
se arregló. -junté
nunca nos vamos a olvidar. -coment
izo que un escalofrío recorriera por todo mi cuerpo calando hasta mis huesos co
s si estábamos bien, que cuantas personas habían, entre otras cosas. Uno de los rescastistas asomó su b
preguntó el señor
la señorita. -indicó el Señor Valente,
ser salvado antes que a los otros sólo por tener billones
-respondió el bomber
tenía en el suelo y elevé mis brazos
go, eso me hizo sonrojar ya que no estoy gorda, y mucho
cálidas manos posarse en mis piernas. Giré la cabeza hacia at
ió al ver mi cara, supongo que de
la subiremos. -la voz del bombero h
murmuró contra mi oído antes de hacer impu
ó sentada sobre el metal y hierro del as
ría era que el Señor Valente escuchara que
a arriba dos hombres me sacaron del agujero. Por fin podía sentir la libertad y el verdadero aire
rias personas lo rodeaban, después de sacarlo del agujero lo atosigaban múltiples personas
tada en una silla de recepción esperando
de comunicación, sin embargo, en la Corporación Valente's habían varios reporteros con cámaras y sus celulares para captar todo en escena
ultimillonario, que la secr
do de Thania me sacó
levanté y la rec
bajo? -pregunté intrigada ya que s
, Brenda, existe
pisos por las escaleras? -era sorpr
riendo, enrolló su brazo con el mío y comenzamos a caminar. -Estaba muy preocupa
cosas más que pasaron y que no logró pasar allí dent
ecesitabas de mi ayuda. De todos modos te iba a buscar si él
rick se hizo visible en mi campo de visión a unos metros de nosotras, parecía estar buscand
ron en un gesto de preocupación y terminó por envolver sus
red que aún me tenía entre sus brazos, me volvió a abrazar tan repentinamente que mi corazón empezó a latir desesperadamente y anhelando algo,
inuto con la idea de atravesar mi cuerp