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Historia

Capítulo 3 EL INICIO DEL CAOS

Palabras:6038    |    Actualizado en: 15/06/2022

una y otra vez sin poder evitarlo, mi corazón parecía en guerra con mi cordura, él se u

uella dama no demostró ni un ápice de complacencia conmigo; todo lo contrario, únicamente se limitó a dirigirme unas cuantas palabras cuando le era estrictamente necesario. Sin embargo, eso no me mortificó en absoluto, lo que sí me perturbaba es que ella era la madre del caball

onas que tuvieran pesadillas y mucho menos recordarlas, pero el que tuve esa noche por alguna extraña razón lo recordé. Al parecer la l

s que lo delimitaban estaban casi en ruinas. Me concentré en la pared que estaba frente a mí: No era tan alta y varios ladrillos estaban deteriorados por el paso del tiempo, se podía ver a través de ellos. Fue en ese momento cuando me maravilló el descubrir unas majestuosas montañas a lo lejos. Su color, con los rayos de sol que se posaban sobre ella, la hizo parecer de terciopelo brillante. Obse

ía qué aquellas montañas simbolizaban las dificultades que encontraría en mi camino, qué debía luchar para al

os más

era otra cosa, a pesar de tener buenos modales y saberme manejar perfectamente, eso no era razón suficiente para sentirme confiada. Entré a

nar junto a los dueños? —me preguntó Rosa mientras b

poderes psíquicos, aunque no lo expresaba con aquellas palabras, más bien se limitaba a explicar que podía leer el futuro a travé

ierte que la india que es parte de ti embrujó al ho

nterías —dije

a revolcar en su rabia cuando su amado hijo se le revele —me asegur

ando miras de esa manera —mi comentario l

como aquel recuerdo vino a mí con tal claridad, no recordaba el rostro de Rodolfo Álamo, ni siquiera cuando mi madrina me mostró sus retratos actuales, era como si nunca lo hubiese conocido, pero hoy luego de verlo en persona, aquellas imágenes se volvieron claras, hasta los gestos y expresiones, su mirada qué no sabía definir en aquel entonces, pero qué ahora, luego posteriormente de los años y

ecuerdo que Pedro, el hermano de Milton, se había ido de fiesta con varios amigos, ese día llegó tarde en la madrugada, los gallos aún no cantaban; él entró en la cocina, asustado y gritando como un desquiciado, asegurando qué un demonio de grandes colmillos y ojos amarillos lo había atacado a él y a su compañera cuando regresaban, aquellos gritos me despertaron y sigilosamente bajé hasta la cocina y me escondí, desde ahí pude ver como Rosa le daba agua al desdichado, no tardó mucho en que llegara mi madrina. Ella descubrió mi escondite y notó que yo estaba muy asustada, me sacó de mi escondite entre las escaleras, y ordenó a Pedro que dejara las historias de borrachos, porque me estaba asustando. Él en medio de s

lía de aquella habitación, donde Pedro dormía y noches después, vi la figura de un hombre alto en mi habitación, estaba entre dormida. Desperté y sentí aquella sombra contemplándome fijamente. No podía moverme,

tá perturbándote mi ni

que acosa a Pedro

mine, el dueño del hermoso castillo de las colinas. El médico le declaró a mi madrina que Pedro había perdido el juicio, y que la supuesta joven que anduvo con él, la que Pedro juró que aquella bestia había asesinado ante sus ojos, nunca existió, nadie la conocía; para el doctor fue más fácil decir que las fiebres altas y las convulsiones le dañaron su sistema nervioso, que lo recomendable era aislarlo

rezaban a su cuerpo—. Vi claramente la marca del mal en su cue

bo, Rosa? —Recuer

arecer con el rostro de un hombre muy atractivo o en forma de mujer hermosa… Esa mujer de la que hablaba Pedro que estaba con él, no era una mujer, era un

onmigo, como siempre lo hemos hec

, quería ir más temprano a las barracas

omoda la presencia de Elizabeth,

drina ¡C

ener la elegancia y las buenas costumbres e ignorar, gracias a Dios mi nieto no sacó

eina ha pedido ser atendida en sus aposentos —dijo con burla y sarcasmo—. Yo desayunaré con mi hijo y mi nieto, solamente faltabas tu Estefanía pa

ar —manifestó Rosa mientras arreglaba la bandeja, qué ser

uego salí de la cocina rumbo a las barracas, no sin ant

a en la humilde escuela qué mi madrina había mandado a construir,

la escritura, aquello era un sueño hecho realidad para mí, ya que muchas personas no veían con buen ojo que los esclavos aprendieran a leer y escribir, pues

eñas, señalo hacia la amplia ventana, al observar el lugar que ella señalaba no pude evitar que las mariposas en

Espero no haber sido inoportuno, no er

naba el corazón de satisfacción, el simple hecho de ver como unas simples galletas los hacían feliz, me instaba a hacer más por ellos, su agradecimiento era algo que sencillamente no tenía precio. Los chicos se formaron mientr

celente maest

e desde muy pequeña, aunque muchas personas sancionarían la acción qué llevó a cabo en esta hacien

s y los hombres, sin importar el color de su piel o raza. Lo justo, Estefanía, es qué todo esclavo sea l

í puedo colaborar en algo; no sé, si debo entregar las pocas joyas qué ten

eres por dentro —bajé el rostro con pena y luego volví a situ

mo pagarle todas las riquezas

de ti una muchacha culta, estuvo comentando con mucho orgullo qué

ella me regaló cuando era niña; esos cuentos los he compartido con muchos de estos niños, son tan pequeños y han pasado, por tanto, que siento que al leerle estas historias los introduzco dentro de un mundo fantástico, el que cada niño debe te

nca apoyaré la esclavitud de los hombres; sin embargo, mi querida señorita, la esclavitud no solo radica en estos hombres y mujeres qué día a día trabajan para poder comer, también radica en nosotros, hombres y mujeres de sangre noble, somos esclavos de la sociedad qué nos

ducación, qué poseo y de los bellos vestidos, qué uso, sigo siendo señalada; sin embargo, eso no me ofende, todo lo contrario, me siento orgullosa de llevar la sa

vergüenza, para mí existe una sola raza:

n alma. He visto cómo los han asesinado y sus verdugos quedan

as, de puras e impuras, para mí, son términos inventados por los opresores para dominar. Mi hermosa d

an tu opinión —bromeé.

voces de mi mente estaría ya en

lares eso —le pedí.

iemos de tem

— contesté a

uáles son los id

o e inglés y por s

mi abuela te mantuv

ría que fuera una mujer preparada. Mi m

¿Sería mucho pedir qué me expresases algo en fra

al esfuerzo qué mi madrina hizo en mí —contesté. Pensé en una oración y se la mencioné

libre, la libertad no es

única, qué habla otros id

ida dama, me mantuvieron muy ocupado ¡Per

las; esta vez usted me expresa la

y justo —sus o

é en amour avec vous despuis le premié jour que je t´ai vu —dijo la oración lentamente y en una pronunciación perfecta y

que me enamoré de ti desde el primer día en que te vi” —luego de traducir la frase nuestros labio

orrecta? —declaré en un hilo de voz,

drián comenzó a acortar la distancia… Aprecié su cara cerca de la mía…

ionada de mi madrina se coló en aquel momento mágico. Adrián s

ha! —expresó mi madrin

buscando en mis ojos un indicio que le contara o le diera alguna pista de lo que me sucedía realmente; luego, volteó hacia Rodolfo y Adrián que yacían a unos cuantos centímetros de nosotros viendo a una de las barracas, i

a mi nieto —declaró mi madrina, logra

sí —respond

en las barracas y no lo pensó dos veces para venir hasta donde estás. —Aquellas declaraciones no eran simples comentarios; a través de sus palabras me di cuenta qué algo s

arle. Por un momento se mantuvo en silencio, dubit

arece más al señor Rodolfo y apoya las ideas liberales al ig

stante, Adrián tiene unos rasgos físicos que lo hace diferente, especial y por más que busco semejanzas en él con los rasgos de nuestra familia, no las encuentro. Es algo que no sé cómo explicar, la manera como sus ojos hablan…

ía leer la tensión. ¿Era posible que para mi madrina yo sería una esposa poco adecuada para su nieto, a pesar de haberme criado ella con bases tan só

, Estefanía

earía a mirarlo, incluso usted misma lo ha mencionado… pero ¿Por qué me pre

te aborda, quiero evitarte todo sufrimiento posible… —suspiró y continuó: —Enamorarte de él se traduciría en derramar lágrimas de sangre; tú y Adrián no pueden estar juntos —sus palabras me confundieron y no pude evitar sentir un dolor, un sentimiento que también era nuevo para mí, había sentido dolor en otras ocasiones, no obstante, nu

o? ¿Por qué me menciona que no caiga en sus galanteos? Su nieto me

o mis razones, las cuales desgraciadamente aún no te las puedo revelar. Existen verdades que no me pertenecen completamente, también les pertenecen a otras personas y para ser declaradas necesito de sus aprobaciones, así que te suplico, hija mía: no construyas sueños y esperanzas en terrenos movedizos e imposib

án como hermano… ¡Cómo si fuera tan fácil! ¡Yo no podía mandar en los sentimientos! Segundo, porque yo no era la única que notaba que Adrián se sentía atraído por mí. Al saber eso, sus

noticias a Estefanía, madre

se las menciono —s

milia Álamo, no como las pequeñas celebraciones que hemos hecho. Esta tarde iremos a la

esa alegría no me duró mucho cuando recordé a la madr

tido que desea para esa ocasión, l

como un hada madrina y no es un ve

moleste. Yo puedo ponerme c

stirle, Rodolfo se unió a apoyar a su madre y me dijo: —Estefanía, si mi madre quiere que tengas un vestido nuevo, yo la apoyo, déjala que lo haga, tú eres de la familia, que nunca se te olvide —sus

eve las riendas, recuerda que es un hueso duro de roer —sonrío y el corazón se me desbarató dentro del pecho. Traté de

más

tidos modernos de alta costura. La mujer nos recibió con amabilidad, nos invitó a tomar el té mientras mi madrina le explicaba cómo quería el traje. Leticia le mostró varios bocetos: vestidos realmente hermosos de la última moda europea. Yo me limité a ver, no intervine en la conver

do sorda? —expresó mi ma

disculpen —man

—la mujer mantenía el brazo extendido hacia mí con varias muestras de seda en tod

con un hilo de voz; mi madrina giró

timamente, te he sentido muy

poco cansada, me levanté muy temprano y tení

hermoso; sin embargo, le recomiendo qué no sea todo de ese color, pienso que la parte del corpiño p

cione más, entonces se hará como sugieres querida Let

s a las dos. Ya de regreso a la casa le pregunté a mi madrina por qué no había invitado

s me he preguntado qué le habrá enamorado mi hijo de Elizabeth, siempre ha sido tan fría, calculadora, ve a las personas humildes como inferiores, únicamente se lleva bien con las personas que pertenecen a su círculo social, no se puede negar qué es una mujer hermosa

é lo dice

reparativos de la fiesta y me pidió encarecidamente que no interviniera. Ella quiere dar las instrucciones de los platos

a tener bast

tiene buena fama y la han felicitado por su forma de planificar las veladas, y tercero porque así me la quito

ella de mí —mani

a? ¿Acaso ha osado en fal

ionó que tenía un oído nato para la música, y que ha escuchado muchas concertistas en París que tocaban

umida; aprovechando que estamos tocando el tema de mi nuera, quiero que trates de no cruzarte con ell

u nuera, la esposa de su hijo y madre de su nieto, es

tu boca esa clase de comentarios. ¿Cómo vas a decir qué no eres parte de mí

ión entristecerla, he sido una torpe; ya van vario

se, la estampa de aquel hombre me hechizó de una forma abrasadora; sentí que podía saber todo de él a través de sus ojos. Mi madrina lo describió perfectamente: poseía una mirada tan

ba tejer. Mientras, continué contemplando el paisaje, la imagen de Adrián volvió a colarse en mi cabeza como un fantasma, apoderándose de mi razón, despertando en mí sentimientos indómitos desconocidos para mí; me perturbaba su piel, su boca… Su aroma me volvía irraciona

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Contenido

Capítulo 1 PRÓLOGO Capítulo 2 VENEZUELA, 1790 Capítulo 3 EL INICIO DEL CAOS Capítulo 4 CONFLICTOS Capítulo 5 CURIOSIDAD A FLOR DE PIEL Capítulo 6 LA FIESTA
Capítulo 7 SUCESOS EXTRAÑOS
Capítulo 8 MISTERIOS Y DESILUSIÓN
Capítulo 9 SUEÑOS PREMONITORIOS
Capítulo 10 ENREDOS QUE COMPLICAN
Capítulo 11 LAS CARTAS SOBRE LA MESA
Capítulo 12 NO PUEDO SER LO SUFICIENTEMENTE FUERTE
Capítulo 13 SOSTENIENDO LOS PEDAZOS DE MÍ
Capítulo 14 LOS ÁNGELES LLORAN POR ANA ÁLAMO
Capítulo 15 LO SOBRENATURAL COBRA MÁS VIDA
Capítulo 16 AL ENCUENTRO DEL AMOR
Capítulo 17 VUELTA A LA REALIDAD
Capítulo 18 RUMORES Y SOSPECHAS
Capítulo 19 MÁS TEMPESTADES
Capítulo 20 LA PARTIDA DE ADRIÁN
Capítulo 21 EL DIARIO DE ANTONIO ÁLAMO
Capítulo 22 LA CARTA DE ISABEL Y LA AGONÍA DE ANTONIO
Capítulo 23 GUILLERMO, ANGEL DE BUENAS NUEVAS
Capítulo 24 SECRETOS SE REBELAN
Capítulo 25 EL ROSTRO DE ISABEL ÁLAMO
Capítulo 26 LILIAN LA MISTERIOSA
Capítulo 27 EL DESTINO VA GIRANDO
Capítulo 28 EL EXTRAÑO VISITANTE
Capítulo 29 INCERTIDUMBRES
Capítulo 30 LIBIA, UN ÁNGEL EN LA AGONIA.
Capítulo 31 EN BUSCA DEL ÓRIGEN
Capítulo 32 ÁNGEL GUARDIAN
Capítulo 33 MISTERIOS OCULTOS
Capítulo 34 REVELACIONES
Capítulo 35 EL LLAMADO DEL LINAJE
Capítulo 36 VIENDO A TRAVÉS DEL CENTINELA.
Capítulo 37 AÑORANZAS.
Capítulo 38 CENTINELA
Capítulo 39 HÍBRIDOS.
Capítulo 40 MUNDOS PARALELOS.
Capítulo 41 DE REGRESO A LA REALIDAD.
Capítulo 42 LA MARCA DE HANNA.
Capítulo 43 ANASTASIA Y LUTHZER (El demonio de las mil caras)
Capítulo 44 ARTURO PALACIOS, CONDE DÓMINE.
Capítulo 45 MÁS SECRETOS EMERGEN.
Capítulo 46 ENVIADOS DEL INFIERNO.
Capítulo 47 LAS ADVERTENCIAS DE NAHETHIS.
Capítulo 48 DUDAS.
Capítulo 49 PARANOIA.
Capítulo 50 INFORTUNIOS.
Capítulo 51 EL TERCER CAZADOR.
Capítulo 52 NO PUEDO ACEPTAR LO QUE SOY.
Capítulo 53 MI NÉMESIS.
Capítulo 54 DESPERTANDO NUEVAS FACETAS.
Capítulo 55 LA APARENTE MUERTE DE LILIAN.
Capítulo 56 DESPEDIDAS.
Capítulo 57 CENTINELAS.
Capítulo 58 ALYAN.
Capítulo 59 MI VERDADERO YO.
Capítulo 60 EL DESTINO CONTINÚA AVANZANDO.
Capítulo 61 PRÁCTICAS Y SEPELIO.
Capítulo 62 SIMULACROS E IMPOTENCIA.
Capítulo 63 RABIA Y FRUSTRACIÓN.
Capítulo 64 MIEDO.
Capítulo 65 MAL PRESAGIO.
Capítulo 66 LO INEVITABLE NO SÉ PUEDE DETENER.
Capítulo 67 LAS SOSPECHAS SE VUELVEN REALIDAD.
Capítulo 68 MOMENTO CRUCIAL.
Capítulo 69 LO SOBRENATURAL COBRA FUERZA.
Capítulo 70 LAS MENTIRAS LUCHAN POR MANTENERSE.
Capítulo 71 EL DOLOR AMENAZA A LA CORDURA.
Capítulo 72 MI VERDADERO YO BRILLA.
Capítulo 73 DE FRENTE AL MAL.
Capítulo 74 LUTZHER ÁNGEL CAÍDO.
Capítulo 75 UN CARRUAJE EMERGE DE LA OSCURIDAD.
Capítulo 76 EL DESTINO LA PUSO FRENTE A MÍ.
Capítulo 77 EL RENACER DE NUEVOS SENTIMIENTOS.
Capítulo 78 DESPERTAR Y DOLOR.
Capítulo 79 REVELACIONES.
Capítulo 80 EL CANTO DOLOROSO DE LOS SUEÑOS ROTOS.
Capítulo 81 DESEO ELIXIR MALDITO EN LOS VAMPIROS .
Capítulo 82 MEMORIAS REFORMADAS.
Capítulo 83 LOS PUENTES SE VAN CERRANDO.
Capítulo 84 CAMINO A LA HACIENDA EL RENACER
Capítulo 85 ADRIÁN Y ARTURO LAS DOS CARAS DE LA MONEDA .
Capítulo 86 LA MÚSICA LEJANA DE UN PIANO.
Capítulo 87 UN JINETE EMERGE DE LA OSCURIDAD.
Capítulo 88 EL CONDE MISTERIOSO.
Capítulo 89 LA BELLEZA IRREAL DE ARTURO PALACIOS.
Capítulo 90 CÉFIRO DIOS DEL VIENTO.
Capítulo 91 SORTILEGIOS.
Capítulo 92 INTERVENCIONES DEL DESTINO.
Capítulo 93 LA ESPERA CONDENA.
Capítulo 94 EL LIBRO DE LOS VIGILANTES.
Capítulo 95 LOS ESPÍRITUS SE ALZAN.
Capítulo 96 EL PODER DE LAS SOMBRAS DE LUTZHER.
Capítulo 97 DUDAS Y FRUSTRACIÓN.
Capítulo 98 PRECAUCIONES Y NUEVOS INVITADOS.
Capítulo 99 EL INVERNADERO DEL RENACER.
Capítulo 100 LA MASCARA DE ALYAN.
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