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Historia

Capítulo 5 CURIOSIDAD A FLOR DE PIEL

Palabras:3092    |    Actualizado en: 15/06/2022

efa

tir palabra alguna para iniciar aque

a? —ella rompió el silenci

do que mis mejillas se tiñeran de rosado; sentí el calor brotar de mis venas y encenderme hasta el punto de ruborizarme

ncio, no quiero que algui

ián está encerrado en el despacho con su padre tomando whisky y

saberlo

que quieres pregun

todo, Rosa! —decl

qué? —sus ojos se m

ten en ti tus dones de adivina, me lo harías más fáci

re un hombre y una mujer? ¿Cómo s

firmé con un

e puedes sentir que flotas hasta alcanzar las estrellas —expresó profiriendo un leve suspi

con esa voz tan fría?

explicártelo —dudó

í—. ¿Cómo se consuma un matrimonio

u doncellez, qué es lo m

rega cuando le das un beso al hombre que s

sas, pero de eso nada. Entregar la virtud es más complicado, la virtud a la cual me refiero es la virginid

scandalizada al escuchar lo qu

e incómodo al p

virtud fuera algo doloro

a alguien que no amas —dijo con un dejo d

e la entregamos al hombre que amamo

é que no me comprendes y ojalá nunca te toque entender lo que esta

certe otra

ue sea la última, aún me

la virtud al hombre que amas, com

sorprendid

marido te lo enseñe —al terminar la oración, Adrián entró en la cocina, Rosa quedó en silencio súbitament

a. Definitivamente, aquello era una señal del destino, una clara

las distancias hasta llegar cerca de mí. No supe que expresarle, solamente advertí su mi

ea de separación entre los dos, debido a todo lo que sucedió en los días anteriores: su madre no me tenía en buena esti

cercanía. Él notó la frialdad en mi voz

bien? Aún te veo un poc

ré y le dejé entrever una media sonrisa for

mente llámame por mi nombre, suena t

de que, al hacerlo, su faz acabaría con la poca fortaleza que mi mente colocaba sobre el ímpetu de

avía —me pidió —me gustaría

mbién como una revolución de mariposas y de un zoológico

a joven soltera se quede

ó mi excusa y no

osa también está

i proceder y no se dio por vencido. Salió tras mis pasos, me alcanzó en el pasillo y me agarró por un br

tante que tienes hacia mí, es porque mi abuela

iría eso. ¿No entiendo por qué lo piensa

í era cálida, ahora te limitas únicamente a saludarme. Estoy seguro de que te ocultas de mí deliberadamente, ni siqui

spuesta —dije, tratando de mantener mi posición, pe

o alusión a la conversación que tuvo con mi madrina y que desconocía yo la habí

uiero tener problemas —manife

esta conversación no termina aquí —declaró,

del gran baile que se celebraría a nombre del cumpleaños número 71 de mi madrina, me mantuve distante del alboroto. Los gritos de Elizabeth llegaban hasta donde yo estaba y sus insultos lograron que las esclavas limpiaran el piso de tal manera que parecían espejos. Sin embargo, aquellos preparativos le costó rabia y dolores de cabeza a mi madrina, ya que constantemente discutía con su nuera por la forma en la que trataba a su servidumbre. Fueron ta

amaba la atención a su madre por la manera tan

casa durante todo el día y regresaba entrando la noche. Otras veces se la pasó en el despacho con su padre ayudándolo a revisar docume

de que se ponga al día con los negocios que tiene que ver con la siem

más

asa. El aceptar que mi nuera se hiciera cargo de la decoración y los preparativos, me ha traído unos dolores de c

é no has ido a pasear más por la hacien

arme con la se

rte con elegancia y decencia frente a mi nieto; al parecer él ya comprendió que eres una muchacha digna y qué debe mirarte con ojos de hermano —aquellas palabras no me hicieron sentir feliz en lo absoluto,

tarareando canciones, la qué no descansaba has

n, madrina

Hazlo muchacha, nadie

hacer, retom

que esta es tu casa, así qué no te cohíbas en recorrerla como lo has hecho siemp

llada. Leticia se esmeró en la confección de los trajes, los vest

sin habla. Mi madrina lo tomó, lo extendió a lo largo de la cama y me dijo: —Est

cabados brillantes cuyas aplicaciones se extendían a lo largo del corsé y marcaban la forma de la falda; su parte superior era muy estructu

o, ya el sol se oculta, el crepúsculo hace acto de presenc

aré conmigo, aunque le advierto que no estoy muy segu

ra exquisita y buenos senos para llenar ese corsé. Leticia es mu

e la virtud. Aquellas palabras me rondaban en la cabeza: “la virtud es la virginidad dela mujer, es la que está oculta entre tus piernas, en las zonas nobles” ¿Cómo llega un hombre ahí? Estaba escandalizada, bloqueé esos pensamientos y continué observándome detalla

trada a la habitación y noté qué estaba entre abierta. Al parecer, al salir mi madrina no se percató de cerrarla.

es qué se firmarán para la venta de la nueva cosecha ¡Gracias a Dios que ya se aseguró! —dijo mi madrina al entrar en la habitación, mostrándome una caja alargada de terciopelo negro. Al oír lo qué me contó de Adrián palidecí y no le pr

eguntó mi madrina al a

a puerta abierta al sal

ás la lancé tan débil, qué no llegó a cerrar

entreabierta —le contesté sin decirle lo que sentí. Ah

le mi inquietud, madrina; ahora

a cómo absorto… De seguro son imaginaciones mías —sentí un leve mareo y me senté rápidamente en la cama, las sospechas c

s de

—profirió con entusiasmo mi madrina. Los ojos le brillaban mientras me con

dad acercándome al espejo y g

e me hizo mi madrina quedó perfecto, al igual que el peinado. Me coloqué en el pelo u

ma la peine

as rosas, Estefanía, no podía dejar pasar ese detalle, pero te hace falta un

ida gargantilla de diamantes, cuyo centro resplandecía una pequeña piedra de rubí.

qué use esta joya? —inte

templas son tuyos al igual que la peineta. Es parte de l

o puedo aceptar, está joya tan costosa;

a ti, esperando una ocasión especial para entregártela. Esta noche es el momento;

grande para usted, debería poseerla un f

me pidió sin dejarme hablar, y quitándome la caja de la mano, sacó la prenda y la colocó sobre

stó suavemente —hice un excelente trabajo cómo

por favor ahora no mencione nada sobre que va

ante, si de algo te consuela, todos pasarem

ue fuéramos inmo

emorias, cada vez qué recordamos a un ser amado. Esa ha sido la única forma de

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Contenido

Capítulo 1 PRÓLOGO Capítulo 2 VENEZUELA, 1790 Capítulo 3 EL INICIO DEL CAOS Capítulo 4 CONFLICTOS Capítulo 5 CURIOSIDAD A FLOR DE PIEL Capítulo 6 LA FIESTA
Capítulo 7 SUCESOS EXTRAÑOS
Capítulo 8 MISTERIOS Y DESILUSIÓN
Capítulo 9 SUEÑOS PREMONITORIOS
Capítulo 10 ENREDOS QUE COMPLICAN
Capítulo 11 LAS CARTAS SOBRE LA MESA
Capítulo 12 NO PUEDO SER LO SUFICIENTEMENTE FUERTE
Capítulo 13 SOSTENIENDO LOS PEDAZOS DE MÍ
Capítulo 14 LOS ÁNGELES LLORAN POR ANA ÁLAMO
Capítulo 15 LO SOBRENATURAL COBRA MÁS VIDA
Capítulo 16 AL ENCUENTRO DEL AMOR
Capítulo 17 VUELTA A LA REALIDAD
Capítulo 18 RUMORES Y SOSPECHAS
Capítulo 19 MÁS TEMPESTADES
Capítulo 20 LA PARTIDA DE ADRIÁN
Capítulo 21 EL DIARIO DE ANTONIO ÁLAMO
Capítulo 22 LA CARTA DE ISABEL Y LA AGONÍA DE ANTONIO
Capítulo 23 GUILLERMO, ANGEL DE BUENAS NUEVAS
Capítulo 24 SECRETOS SE REBELAN
Capítulo 25 EL ROSTRO DE ISABEL ÁLAMO
Capítulo 26 LILIAN LA MISTERIOSA
Capítulo 27 EL DESTINO VA GIRANDO
Capítulo 28 EL EXTRAÑO VISITANTE
Capítulo 29 INCERTIDUMBRES
Capítulo 30 LIBIA, UN ÁNGEL EN LA AGONIA.
Capítulo 31 EN BUSCA DEL ÓRIGEN
Capítulo 32 ÁNGEL GUARDIAN
Capítulo 33 MISTERIOS OCULTOS
Capítulo 34 REVELACIONES
Capítulo 35 EL LLAMADO DEL LINAJE
Capítulo 36 VIENDO A TRAVÉS DEL CENTINELA.
Capítulo 37 AÑORANZAS.
Capítulo 38 CENTINELA
Capítulo 39 HÍBRIDOS.
Capítulo 40 MUNDOS PARALELOS.
Capítulo 41 DE REGRESO A LA REALIDAD.
Capítulo 42 LA MARCA DE HANNA.
Capítulo 43 ANASTASIA Y LUTHZER (El demonio de las mil caras)
Capítulo 44 ARTURO PALACIOS, CONDE DÓMINE.
Capítulo 45 MÁS SECRETOS EMERGEN.
Capítulo 46 ENVIADOS DEL INFIERNO.
Capítulo 47 LAS ADVERTENCIAS DE NAHETHIS.
Capítulo 48 DUDAS.
Capítulo 49 PARANOIA.
Capítulo 50 INFORTUNIOS.
Capítulo 51 EL TERCER CAZADOR.
Capítulo 52 NO PUEDO ACEPTAR LO QUE SOY.
Capítulo 53 MI NÉMESIS.
Capítulo 54 DESPERTANDO NUEVAS FACETAS.
Capítulo 55 LA APARENTE MUERTE DE LILIAN.
Capítulo 56 DESPEDIDAS.
Capítulo 57 CENTINELAS.
Capítulo 58 ALYAN.
Capítulo 59 MI VERDADERO YO.
Capítulo 60 EL DESTINO CONTINÚA AVANZANDO.
Capítulo 61 PRÁCTICAS Y SEPELIO.
Capítulo 62 SIMULACROS E IMPOTENCIA.
Capítulo 63 RABIA Y FRUSTRACIÓN.
Capítulo 64 MIEDO.
Capítulo 65 MAL PRESAGIO.
Capítulo 66 LO INEVITABLE NO SÉ PUEDE DETENER.
Capítulo 67 LAS SOSPECHAS SE VUELVEN REALIDAD.
Capítulo 68 MOMENTO CRUCIAL.
Capítulo 69 LO SOBRENATURAL COBRA FUERZA.
Capítulo 70 LAS MENTIRAS LUCHAN POR MANTENERSE.
Capítulo 71 EL DOLOR AMENAZA A LA CORDURA.
Capítulo 72 MI VERDADERO YO BRILLA.
Capítulo 73 DE FRENTE AL MAL.
Capítulo 74 LUTZHER ÁNGEL CAÍDO.
Capítulo 75 UN CARRUAJE EMERGE DE LA OSCURIDAD.
Capítulo 76 EL DESTINO LA PUSO FRENTE A MÍ.
Capítulo 77 EL RENACER DE NUEVOS SENTIMIENTOS.
Capítulo 78 DESPERTAR Y DOLOR.
Capítulo 79 REVELACIONES.
Capítulo 80 EL CANTO DOLOROSO DE LOS SUEÑOS ROTOS.
Capítulo 81 DESEO ELIXIR MALDITO EN LOS VAMPIROS .
Capítulo 82 MEMORIAS REFORMADAS.
Capítulo 83 LOS PUENTES SE VAN CERRANDO.
Capítulo 84 CAMINO A LA HACIENDA EL RENACER
Capítulo 85 ADRIÁN Y ARTURO LAS DOS CARAS DE LA MONEDA .
Capítulo 86 LA MÚSICA LEJANA DE UN PIANO.
Capítulo 87 UN JINETE EMERGE DE LA OSCURIDAD.
Capítulo 88 EL CONDE MISTERIOSO.
Capítulo 89 LA BELLEZA IRREAL DE ARTURO PALACIOS.
Capítulo 90 CÉFIRO DIOS DEL VIENTO.
Capítulo 91 SORTILEGIOS.
Capítulo 92 INTERVENCIONES DEL DESTINO.
Capítulo 93 LA ESPERA CONDENA.
Capítulo 94 EL LIBRO DE LOS VIGILANTES.
Capítulo 95 LOS ESPÍRITUS SE ALZAN.
Capítulo 96 EL PODER DE LAS SOMBRAS DE LUTZHER.
Capítulo 97 DUDAS Y FRUSTRACIÓN.
Capítulo 98 PRECAUCIONES Y NUEVOS INVITADOS.
Capítulo 99 EL INVERNADERO DEL RENACER.
Capítulo 100 LA MASCARA DE ALYAN.
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