cama también, pero esta vez el rostro del protagonista de sus fantasías no fue el famoso con una sensual voz y sumamen
cudió la cabeza para espantar semejante atrocidad y concentrarse e
to más y quedo libre. De
e espero
nreír, ni siquiera cuando apareció Eric Davis
aceptaste que somos el uno para
iz por otro asunto que voy a per
onmigo. Espero no trates tan mal al
se saltó un latido ante la notic
aso? —inquirió la chica para
ti —contestó con
podía ser muy inteligente con los computadores de los autos, per
o lo supuso, Jack estaba apoyado en el mesón con un codo y sus piernas cruzadas en
seductora, irguiéndose en toda su altura —alred
nera y que ese hombre no le echara a perder su
tando su encuentro yendo hasta el mesón para hacer la b
cer verte. Estoy bien ¿y tú? —pregunt
ger tu coche y desaparecer de mi vista para ser completamente feliz —ni siquiera
manos al pecho como su ahí lo
ó con todo a ese otro motivo. Rebecca Smith odiaba a los hombres que se hacían los sensibles frente a las mujeres para coquetear y llevárselas a su cama. Ella era d
ate. Tú no sabes nada y te dejas dominar por hormonas. Me dec
bras. Hice el trabajo, tú pagas y te vas y así yo
ra. Argh, se le había escapado más información de la necesaria y ella s
as. Hmmm, concierto,
nquirió él— ¿A
ra incumbencia, así
os, no va a hacerte daño de
paga mejor. Quiero que te vayas —dijo len
ierto vas —propuso sin perder la sonrisa,
voy al concierto de Nickelbac
y sólo quería que el irritante
abía que venían porque tengo un amigo que trabaja con la organizadora y dijo que si quería conocerlo
igió la morena— ¿cómo es eso de
vamente, como si estuviera calculando algo. Después le sonrió y esa sonrisa no le gustó nada de nada a Rebecca— Hey, si quieres c
ntó haciendo sonar los puño
or su nombre una y otra vez. Se sentía tan bien y, oh, él ya sabía qué iba a pedir a cambio de hablar con Mike para consegu