do con el niñato ese la noche anterior. Había sido un duro golpe para su autoestima y su ego, y la única manera que encontraba para canalizar esa rabia, frustr
o terminaría volviéndose loca por las g
ue cambiar unas bujías. No entendía como había gente que le pagara por hacer ese traba
uvia ni el frío, pero el calor la desesperaba y hacía sudar aunque no hiciera nada; así que se quitó la parte de arriba del overol azul marino que usaban en el taller. Lo dej
ar más trabajo par
u padre— para rogar por más autos que reparar, pero cuando llegó al mesón su padre no estaba solo,
as. ¿Qué hacía ese en sus dominios? ¿Cómo se atrevía
ablaba amigablemente con su papá. Entonces el tipo se dio vuelta, como si sintiera que ella
ble y no le costaba hacer amigos, si hasta incluso ya había participado en las carreras. Anoche había sido su debut oficial y lo había hecho excelente empatando con el rey de las carreras clandestin
natal; pero ninguna antes le había robado la respiración, detenido el corazón y lo había hecho tan consciente de
s ojos, por Dios, esos ojos eran los más cautivantes y atrapantes ojos verdes con los que Jack se había topado alguna vez. Sin duda, esa mujer era la más hermosa que hubiese visto alguna vez, p
mujeres se derritieran a sus pies; pero con esa mujer no sabía qué hacer, se sentía como
a Jack, él anda buscando un nuevo filtro de aceite ¿lo podrías ayudar tú? Tu mamá me llamó recién porque tiene un antojo. Ella es mi hi
o con la hermosa mujer con expresión asesina dirigida a él.
o, ella realmente lo estaba
preguntó ella co
o Mark: un fil
busquemos el mejor par
a caminar. A él le tomó un par de segundos reaccionar del transe
mentido cuando le dijeron que ese era el mejor taller en todo NY y que sin duda encontraría lo que buscaba ahí. Jack mir